La asociación ultracatólica Centro Jurídico Tomás Moro, que llamó necios y cobardes a los jueces del caso maestre, se ha desmarcado de las amenazasLa connivencia con el agresorEl último diciembre, la directora de Diario 16, Cristina Fallarás fue amenazada de muerte a causa de que su periódico denunciase la existencia feliz de franquistas, vulnerando la ley.La diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid, Beatriz Gimeno, en las mismas fechas también fue amenazada de muerte, por las mismas personas, por su condición sexual.Otra diputada, en este caso del PSOE, Mónica Carazo, también recibió amenazas por recordar el pasado de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Mujeres “públicas” que se encuentran expuestas a los ataques fascistas.El perfil del amenazador, aunque se esconda bajo un pseudónimo o sea un troll de las redes, es el de machista, fascista y xenófobo. Las denuncias, cuando se interponen en el cuerpo especial que tiene la Policía a tal efecto, suelen tardar de cuatro a cinco meses en ser efectivas, como reconocen desde el propio cuerpo.Hasta el momento sólo se han quedado en amenazas y no han avanzado más, pero la libertad que tienen los agresores es una limitación de la propia de las agredidas. El abogado David Maeztu explica que “la mayoría de denuncias no llegan a juicio y las que llegan, suelen terminar con absolución”.Las propias redes sociales, en las que suelen cometerse estas agresiones, tienden a ignorarlas en muchas ocasiones. Como afirma ZooroPinUp, twitterstar: “Te censuran antes un pezón que una amenaza de muerte”. Incluso en el caso de Fallarás, Facebook censuró la denuncia en su red de las amenazas, bloqueando la cuenta de su pareja. Atacó al agredido antes que al agresor.Lara Síscar, otra mujer “pública” agredida, cuenta cómo Tuitter no colaboró decididamente con la Policía: “A la Policía le ha costado encontrarle porque Tuitter no quiso dar la IP. En un mensaje que me envió Tuitter decían que no consideraban que un usuario, el más agresivo contra mí, estuviera rompiendo sus normas, por lo que no cerraron su perfil”.
El toque machistaA diferencia de las amenazas que se producen contra los hombres, en el caso de las mujeres con exposición pública siempre se acaba por añadir el matiz machista. Ya no solo les parece poco el dañar a la persona físicamente sino que, además, debe quedar claro que es un ser inferior por el hecho de ser mujer.Insultos como puta, zorra, etc., son caldo común de este tipo de amenazas. Se denigra a la mujer a la par que se pretende quitarle la vida o darle una paliza. Para este tipo de personas la mujer siempre va a ser puta y guarra. Los hombres serán hijos de puta (lo que ya indica cierto sesgo), pero las mujeres no solo serán eso sino que además quedarán tildadas de seguir la “asquerosa estirpe materna”. Es parte de la violencia simbólica.A Beatriz Gimeno la tildan de marimacha, denigrando el ser lesbiana, y le añaden el toque machista con mal follada. Y todo por defender los derechos de las mujeres.Tania Sánchez, de Podemos, recibió en 2012 amenazas de muerte. Quería el fascista que acabase sus días aplastada y, como en otros casos, la calificaba de zorra roja rabiosa.ZooroPinUp: “En las redes sociales te censuran antes un pezón que una amenaza de muerte”
Las amenazas de muerte a mujeres en las redes se acompañan siempre de insultos machistaA Cristina Cifuentes la amenazaron con pegarle un tiro en la cabeza y/o una bomba en 2014. En este caso el machismo del interfecto es mucho más patente al indicar que Cifuentes era “una ladrona, corrupta y encima come los rabos del PP. Todos se los come”.Incluso entre las youtubers y tuiteras famosas existen también este tipo de amenazas machistas. A ZooroPinUp la han amenazado constantemente por defender sus ideas en su canal de Youtube y en Tuitter. Ha recibido amenazas violentas para pegarla, violarla o simplemente por su físico. “Supongo que se crecen ante una mujer” comenta. También reconoce que se es más cruel con las mujeres que con los hombres.