La orden de expulsión del activista Lagarder desata una ola de mensajes xenófobos

09 de Diciembre de 2016
Actualizado el 02 de julio de 2024
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foto de portada por: Daniel López García amenazas-lagarderEl pasado martes, día de la Constitución, Málaga celebraba un acto en la Plaza de la Constitución en la que intervenía el alcalde de la ciudad Francisco de la Torre. A este, no sólo acudieron los vecinos, sino también Lagarder Danciu, conocido por su activismo y defensa de la vivienda y las personas sin techo.Lagarder apareció en el acto desplegando una pancarta desde un balcón mientras que, con un megáfono, gritaba y pedía que se cumpliesen los derechos de las personas sin hogar. Se le detuvo y se le comunicó la orden de expulsión de España.El activista de origen rumano dio puntual noticia de todo ello, como acostumbra a hacer, en su cuenta de tuiter, lo que desató una oleada de mensajes xenófobos y de odio. No es extraño que Lagarder reciba insultos y mensajes racistas u homófobos –es gitano y homosexual– en las redes sociales. Sin embargo, lo ocurrido en los últimos dos días ha llegado a despertar las alarmas incluso de la policía.lagarder-francolag1lag3lag4El más preocupante, hecho público antes de que se suspendiera la cuenta, es el siguiente:caso-lagarder-03caso-lagarder-05Si bien es cierto que la crisis económica, el desempleo y las desastrosas condiciones laborales no han desatado en España los movimientos racistas y xenófobos que sí se viven en países como Francia o Alemania, el caso de Lagarder pone de manifiesto que bajo el silencio podría latir una amenaza oculta.“Expulsión por peligrosidad”“Me llevaron a los calabozos, y allí me desnudaron y también me hicieron fotos” cuenta Lagarder a Diario 16. “Me decían los propios policías que la Constitución era sagrada y me preguntaban si iba a venir a salvarme ahora “el Coletas” (refiriéndose a Pablo Iglesias), relata. “A nadie le deseo la noche, las 27 horas que pasé allí. Sentía claustrofobia, me latía el corazón, me encontraba con ansiedad pero me daba miedo avisar a los agentes después de lo que me habían dicho”.A la mañana siguiente el juzgado archivó el caso por falta de pruebas. Sin embargo, como explica su abogado Oliver Roales, “esperando al auto de libertad, un policía nos comunica que se ha incoado un expediente de expulsión”. Y continúa: “Alegan su expulsión por peligrosidad, y justifican esto con dos detenciones; detenciones, que no condenas.”Pese a ser popularmente conocido como un mendigo gitano de origen rumano, Lagarder lleva varios años residiendo en España, tiene permiso de residencia y los papeles en orden, además de haber trabajado para instituciones autonómicas y estatales.En este momento, tiene 15 días para salir España, pero su abogado alegará con “la seguridad” de que habrá una resolución a su favor. Se muestra convencido de que esta detención ha sido “un toque de atención a Lagarder y a todos lo que piensan actuar como él”.caso-lagarder-02 
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