No tenía pensado escribir nada sobre este asunto, ya que todo el mundo está opinando, pero ante los hechos acaecidos, y visto que la potestad de Rubiales parece omnipotente, me he visto en la necesidad de expresar mi opinión al respecto.
No es la primera vez que Rubiales se comporta con prepotencia, chulería y burla hacia quien le critica, creyéndose en posesión de una verdad absoluta. Pero siempre sale indemne, porque los que le designaron, osea la RFEF le secunda en su actitud despótica, convirtiéndose por tanto en cómplice de Rubiales.
Pero esta vez, se ha visto a nivel mundial su comportamiento, y no es sólo lo del beso, ni cómo le da el beso sujetándole la cabeza (no vaya a ser que le hiciera “una cobra”), es también el no saber comportarse en un palco de autoridades, agarrándose los testículos (como un maleducado niño consentido) ante el gol de las chicas de la selección, ni su entrada en el vestuario de las chicas sin pedir permiso, cual si fuera “el dueño del cortijo”. Algo de lo que no habla la prensa internacional, pero que sí debemos denunciar públicamente los que escribimos en medios de comunicación.
Robando el protagonismo a las merecedoras de este hito histórico, ser Campeonas del Mundo del Fútbol Mundial. Nuestras chicas de oro, las campeonas, jugaron con pundonor, con valentía, con coraje, pero con humildad y así se hicieron con el mejor trofeo, el corazón de todos los españoles.
Si ante estos hechos la RFEF, lo ratifica en su puesto, se convierten en cómplices culpables de no saber evolucionar con la sociedad a la que se supone representan. Tan culpables como Rubiales, tan impresentables como Rubiales y tan hombres de Cromagnon como su presidente y defraudar a todos los que de alguna manera amamos el fútbol.
Nunca se ha conocido a ningún burro que abandone un pesebre si está bien cebado.