Pedro Sánchez afirmó el pasado viernes que las medidas que su gobierno había adoptado para frenar el elevado coste de la factura eléctrica estaban teniendo efecto. Sin embargo, un análisis realizado por FACUA da una version totalmente diferente.
Según el análisis de FACUA-Consumidores en Acción sobre la evolución de la tarifa semirregulada (PVPC), la factura eléctrica de julio ha sido la segunda más cara de la historia. El usuario medio pagará 142,30 euros, una cifra superada solo por los 176,73 euros del pasado marzo. La subida interanual de julio representa el 66,7%. El mismo mes del año pasado, la factura se situó en 85,34 euros, según señalan desde la organización.
Es cierto que sin la aplicación del tope al gas y la nueva bajada del IVA al 5% el recibo sería considerablemente más caro. Sin embargo, FACUA insiste en reclamar al Gobierno medidas más eficaces para proteger a las familias.
Hasta la fecha, las cinco facturas más elevadas han sido los 176,73 de marzo de 2022, los 142,30 euros de este julio, los 140,62 de diciembre de 2021, los 133,85 del pasado junio y los 133,06 de enero de este año.
Pagar las energías baratas al precio de las más caras
El modelo de subasta marginalista es, según FACUA, el origen de la especulación y de los desproporcionados precios que pagan los consumidores. Por ello, la organización reclama al Gobierno de España que plantee a la Comisión Europea un cambio radical en el sistema, dado que resulta disparatado que los consumidores tengan que pagar las energías más baratas al precio de las más caras.
Asimismo, FACUA exige al Gobierno que proteja a las familias por la vía de declararlas a todas -excepto las rentas más altas- consumidores vulnerables, de manera que puedan acogerse coyunturalmente a un bono social especial, que les permitiría pagar tarifas con grandes descuentos sobre lo que dicta el mercado. Se trata de una fórmula que, en opinión de la asociación, respeta el derecho comunitario en materia eléctrica.