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Lo que no se ha contado de la “salida” de Albert Rivera

09 de Febrero de 2022
Actualizado el 02 de julio de 2024
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rivera villegas

Cada hora que pasa se van conociendo más aspectos de la “salida” de Albert Rivera y José Manuel Villegas del despacho Martínez & Echevarría. Va quedando claro que el ex-presidente de Ciudadanos es poco dado al trabajo duro. Eso de lo que presumía en sus intervenciones políticas. Se debía pensar que con poner la cara le bastaba… pero en la empresa privada hay que trabajar. Algo que no debía recordar.

Le contrataron, como todo el mundo puede suponer, por sus supuestos contactos en las altas esferas nacionales e internacionales (no hay que olvidar que fue invitado a las reuniones del club Bilderberg). El problema es que podía conocer a muchas personas pero lo que no quedaba claro es que estas personas quisiesen tener algo que ver con él y su amigo el que parece salido de Gomaespuma. Y eso que Albert lo intentó

La llamada a Ana Patricia Botín

En busca de nuevos clientes con los que aumentar el negocio de sus jefes y a la espera de causar impresión para que se activase el 5% y el 2% de las acciones de la empresa que pasarían a ser suyas, Rivera no dudó en llamar a los más importantes empresarios del Ibex-35. Florentino Pérez, uno de sus mayores apoyos (vetando hasta las malas noticias en los medios que controla), ni le cogió el teléfono. Pero Ana Patricia Botín sí. Así fue la conversación.

APB.- ¡Buenos días! ¿Quién me llama?

AR.- ¡Buenos días Ana, soy Albert!

APB.- ¿Albert qué?

AR.- Albert Rivera ¿no te acuerdas?

APB.- ¡Ah, sí! Y ¿qué quiere?

AR.- Verás, ahora estoy trabajando en un despacho de abogados, Martínez & Echevarría, y me gustaría que nos pudiésemos reunir.

APB.- ¿Para qué?

AR.- ¡Uff! Pues –decía con tartamudeo- para ver si habría posibilidad de hacer algún negocio juntos. Tú sabes que siempre hice lo que me pedíais… Ya sabes. Esas cosa…

APB.- ¡No! ¡Usted no hizo siempre lo que se le pidió! De hecho, se le pidió que pactase con Pedro Sánchez un gobierno con el apoyo de 180 diputados y su ego lo impidió. Por tanto, olvídese de cualquier apoyo o negocio.

AR.- Bueno… Ana Patricia… Que estuvimos bien en Bilderberg…

APB.- Y olvídese de contactar con la gente del club o del Ibex. Voy a enviar un mensaje al grupo de whatsapp para que nadie le atienda.

Sin contactos a intentar arañar milloncetes

Tras ver que sus contactos no servían para nada porque es un apestado empresarial, Rivera y su colega Villegas comenzaron a buscar hueco en la política española. Mirar a ver si el PP les colocaba en algo. A Rivera le enchufaron en un curso de liderazgo político (algo de lo que carece de conocimientos teóricos y prácticos) y Villegas estaba montando por la espalda un negocio para mamar de mamá Estado. Así que, con la caradura que siempre han mostrado, decidieron rescindir sus contratos para trincar la pasta y dejar en la estacada a sus jefes.

Esos mismos jefes que les había advertido que no estaban consiguiendo aumentar el negocio por el pastón que ingresaban en sus cuentas. Rivera y Villegas han aducido que ni les habían hecho socios, ni les habían dado las variables prometidas… lo que callan es que para obtener eso debían ofrecer resultados. Normal que estén filtrando en los medios económicos lo vagos e inútiles que han sido. Incapaces de generar productividad a su empresa, todavía van y piden que les paguen las primas de productividad y que les hagan socios por tocarse los pies todos los días.

Complicado futuro laboral para Rivera y Villegas. Ahora intentarán rascar de fondos europeos o algo similar hasta que Pablo Casado los coloque o no, porque el futuro de éste tampoco es claro. Montarán el mismo negocio que otros ex-Ciudadanos para vivir de los fondos públicos. Pero no hay para tanta boca. Y más cuando hay que competir con empresarios de verdad, de los que “apoyan” en las campañas electorales. Lo de la llamada es ficción ¿o no?, el resto la dura realidad de quienes se creen más de lo que san sido y son, unos políticos.

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