Los agentes secretos de Putin también matan en España

20 de Febrero de 2024
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Maxim Kuzmínov, el soldado ruso que ha sido hallado muerto en España, no quería ir a la guerra y acabó volando con su helicóptero Mi-8 a Ucrania en una operación conjunta con el servicio de inteligencia de ese país. En un principio se especuló con un homicidio organizado por la mafia rusa, pero a medida que avanza la investigación parece descartarse esta hipótesis. De modo que lo que parece ser el enésimo crimen de Estado plantea la siguiente pregunta: ¿hasta dónde llegan los servicios de inteligencia de Putin? Por lo visto, a todas partes, nadie está a salvo en ningún lugar del mundo si el nuevo KGB de hoy en día te pone en la diana.

La muerte del piloto ha sido confirmada este lunes por el representante de la inteligencia militar ucraniana (GUR), Andrí Yusov, quien indicó al medio que se puede "confirmar el hecho de la muerte". Además, según fuentes de la Guardia Civil, fue hallado en una urbanización de Villajoyosa (Alicante) y la identidad del asesinado fue confirmada a través de sus huellas dactilares, ya que portaba documentación falsa, en la que aparecía como ciudadano ucraniano.

El piloto, de 28 años, se graduó de la Escuela de Aviación de Sizran, en el sur de Rusia. Fue destinado a servir en el Lejano Oriente ruso y entre sus compañeros tenía fama de ser una "persona tranquila", que pedía "trabajo pacífico", como operaciones de carga que no tuvieran que ver con misiones militares, según el canal de Telegram ruso Baza.

Sus amigos dicen que Maxim tenía "miedo a morir en la guerra" y quería dejar el Ejército incluso antes del comienzo de la guerra en Ucrania, pero "no le dejaban". Además, al piloto le aterrorizaba la idea de ser capturado en Ucrania. De acuerdo con Baza, la madre de Kuzmínov también habría abandonado Rusia antes de que su hijo desertara a Ucrania con su helicóptero en el verano de 2023.

Una vez en Ucrania, a la que voló sin que los otros dos miembros de su tripulación se enteraran de su destino y que fueron abatidos tras negarse a rendirse, Kuzmínov dijo que no quería verse involucrado en crímenes de guerra.

Según el relato del joven, se puso en contacto con los representantes de la inteligencia militar ucraniana, quienes luego garantizaron su seguridad, le ofrecieron nuevos documentos y una compensación de medio millón de dólares antes de proceder a planificar la operación.

Kuzmínov tomó la decisión final mientras volaba en las proximidades de la frontera entre Rusia y Ucrania el 9 de agosto. Luego guio el helicóptero a través de la frontera a una altitud extremadamente baja. "Aparentemente, durante 3 o 4 días nadie (en Rusia) entendió lo que me pasó. Aterricé y me recibieron (en Ucrania)", dijo. Según el vídeo difundido por Kyiv, Kuzmínov resultó herido después del aterrizaje, pero se le ofreció asistencia médica a tiempo. Durante la grabación del vídeo, el piloto y su familia se encontraban en Ucrania, según la inteligencia militar de ese país. En Rusia, el Comité de Instrucción militar incoó una causa por "traición" contra Kuzmínov y los familiares de sus dos compañeros que fueron asesinados tras el aterrizaje en Ucrania pidieron que pagara con su vida por lo que hizo.

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