La Federación Empresarial Española de Asociaciones de Centros Especiales de Empleo (FEACEM) ha reclamado, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, la plena igualdad de derechos de las mujeres con discapacidad en todos los ámbitos y también en el mercado laboral.
Para la secretaria general de FEACEM, Pepa Torres, “apostamos por la igualdad en todas sus vertientes, y en un día tan representativo como este, no podemos sino exigir la puesta en marcha de nuevas políticas de empleo que contribuyan a reducir la brecha de género, que favorezcan la contratación de las mujeres con discapacidad y eliminen la discriminación a la que se enfrentan en el mercado laboral”, ha explicado.
Empleo digno
Desde FEACEM, Pepa Torres, ha calificado el empleo digno como una de las herramientas “básicas para potenciar la igualdad” y para que toda persona, “desde la estabilidad, pueda desarrollar su propio proyecto de vida”. Por ello, han señalado la necesidad de que las herramientas de fomento del empleo tengan en cuenta la situación específica de las mujeres con discapacidad.
En términos globales, según los últimos datos del Índice ClosinGap elaborado por PwC, la brecha de género en España aumentó del 35,9% en 2020 al 36,7% en 2021, lo que supone que, al ritmo actual, todavía tendrían que pasar 36 años para alcanzar la plena igualdad entre ambos sexos en la sociedad. Esta brecha, ha dicho Torres, “es todavía mayor cuando se habla de mujeres con discapacidad, que se ven expuestas a una doble discriminación, por el hecho de ser mujeres y tener discapacidad”.
A este respecto, según el último ‘Informe del Mercado de Trabajo de las Personas con Discapacidad’, elaborado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, la contratación de personas con discapacidad tan solo representó el 1,56% del total de los contratos firmados a lo largo de 2020, pese a ser un 6,2% de la población activa total. De estos contratos, las mujeres supusieron el 38,44%, frente al 61,56% de los hombres.
Para la secretaria general de FEACEM, estos datos demuestran que “la discriminación es en muchas ocasiones interseccional, por lo que necesita ser abordada desde diferentes prismas, pero con el objetivo común de que nadie, por el motivo que sea, vea reducidos sus derechos, sus opciones y sus oportunidades”.
Así, la entidad representante de los Centros Especiales de Empleo de Iniciativa Social (CEEIS) ha querido unir su voz a la de todas las mujeres que sufren discriminación, para reclamar su eliminación en todos los ámbitos de la vida.
ClosinGap es un clúster creado en septiembre de 2018 y formado por 12 grandes empresas – Merck, Mapfre, Repsol, Vodafone, Meliá Hotels International, Mahou San
Miguel y Solán de Cabras, BMW Group, L’Oréal, PwC, Bankia, Grupo Social ONCE y KREAB – que suman en el mundo alrededor de un millón de empleados.
Su misión es fomentar la transformación social desde el ámbito empresarial en favor de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, en estrecha colaboración
entre los sectores público y privado. Por eso, los integrantes de esta iniciativa han unido esfuerzos para trabajar de forma coordinada en el impulso del talento femenino con el fin de reducir, hasta eliminar por completo, las numerosas brechas de género que todavía hoy persisten en la sociedad.
En resumen, los datos obtenidos en el Índice ClosinGap ponen de manifiesto cinco conclusiones generales que se verán detalladamente en cada una
de las categorías:
Empleo
Las mujeres cada vez participan más en el mercado laboral y durante más años, pero continúan trabajando menos horas y con un menor salario que los hombres,
lo que se refleja en pensiones de jubilación más bajas. Además, aún queda mucho camino por recorrer en cuanto a mujeres en posiciones de liderazgo y toma de decisiones.
Educación
Las mujeres cuentan con mayor educación universitaria que los hombres, pero son
ellos los que predominan en carreras técnicas.
Conciliación
Las mujeres asumen la mayor parte del trabajo noremunerado lo que repercute en
unas tasas de inactividad y parcialidad laboral más elevadas.
Digitalización
A pesar de que apenas se aprecian diferencias en el uso de nuevas tecnologías a nivel usuario entre hombres y mujeres, el porcentaje de mujeres especializa-
das en TIC en el mercado laboral es aún muy bajo.
Salud y bienestar
Las mujeres viven más años, pero con peor salud y calidad de vida que los hombres.
