Cuando se produce una tragedia en la que se pierden vidas humanas, lo más importante para un gobernante es, en primer lugar, estar con el pueblo que sufre y, en segundo término, buscar soluciones o encontrar responsables. Lo demás, queda en un lugar residual, por más que sea un acto institucional o tradicional.
En República Dominicana es tradición que el jefe del Estado dé un discurso en el Día de la Restauración, es decir, hoy. Sin embargo, este año, Luis Abinader, con buen criterio humano, ha decidido anteponer la humanidad a la política tras el desgraciado accidente en la ciudad de San Cristóbal. Una explosión que ya ha dejado 13 muertos, al menos 10 desaparecidos y cerca de 60 heridos.
El portavoz del presidente dominicano, Homero Figueroa, anunció que Abinader cancelaba el discurso dada la gravedad de la tragedia y como muestra de respeto y apoyo a las víctimas. «La Presidencia reafirma su compromiso con el bienestar y seguridad de todos los dominicanos, especialmente en momentos tan difíciles como estos», afirmó Figueroa.
En las potencias democráticas no es inhabitual que, cuando hay una tragedia de este tipo, se suspendan las agendas de los mandatarios, incluidos eventos políticos tradicionales. En España, por ejemplo, tras los atentados del 11 de marzo de 2004 se suspendió la campaña electoral de las elecciones generales y, durante horas, se estuvo valorando la posibilidad, incluso, de retrasar los comicios a unas semanas después.
Sin embargo, el populismo y el trumpismo que se están pretendiendo imponer en República Dominicana ha atacado al presidente Abinader por tomar esta decisión. La falta de humanidad de los seguidores de Leonel Fernández se ha comprobado en las ultimas horas, anteponiendo un discurso al sufrimiento de las víctimas.
A través de las redes sociales han comenzado a lanzar veneno contra Abinader pretendiendo hacer creer a la ciudadanía que el presidente dominicano no se atreve a dar el discurso «porque no tiene nada que decir» o porque «no quiere rendir cuentas». Todo ello, evidentemente, asociado a los argumentos populistas sobre los que se apoya el discurso de Leonel, argumentos basados en la anécdota, no en los hechos.
Esta confusión que se pretende generar no es otra cosa que la desesperación y la respuesta fanatizada ante el anuncio de Abinader a presentarse a la reelección. Leonel sabe que, ante los resultados de la gestión del actual jefe del Estado dominicano, no tiene nada que hacer y que no logrará superar ese pírrico 20% de apoyos con el que cuenta en la actualidad.
Mientras los cuerpos de la tragedia de San Cristóbal siguen calientes y las familias de los desaparecidos continúan su búsqueda desesperada, los seguidores de Leonel Fernández atacan al presidente Abinader porque no dé un discurso. Esa es la altura, ese es el nivel, esa es la ponzoña que le espera a República Dominicana si la Fuerza del Pueblo gobierna.
Las propias palabras de los fanáticos de Leonel demuestran cómo están utilizando técnicas trumpistas para generar confusión entre el pueblo. Acusan a Abinader de no querer rendir cuentas. Sin embargo, el discurso de rendición de cuentas oficial es en el mes de febrero, no ahora. En consecuencia, la acusación es falsa, pero, a través de las redes sociales, corre como la pólvora.
La humanidad de Abinader
No es la primera vez que Luis Abinader cambia su agenda por estar con su pueblo en situaciones difíciles. Hace casi un año, en el mes de septiembre, el presidente dominicano suspendió su viaje a Nueva York, donde iba a participar en la Asamblea General de Naciones Unidas,
La causa fue la entrada en República Dominicana del huracán Fiona. Abinader afirmó que su deber era estar con su pueblo y atender de primera mano las necesidades más urgentes de las zonas afectadas.
Por su parte, Leonel Fernández se quedó en Nueva York. Nadie sabía qué pintaba el líder de Fuerza del Pueblo en la ciudad norteamericana, pero allí estaba…, y allí se quedó, haciendo política mientras el pueblo sufría, mientras Luis Abinader llenaba sus botas de barro para ver de primera mano lo que había que hacer.
Nuevamente se demuestra que lo que necesita el pueblo dominicano no son palabras vacías, sino hechos contundentes, como está sucediendo desde hace 3 años con el nuevo estilo de gobernar de Luis Abinader.
Investigación de los hechos
Otro de los elementos que demuestran que el interés de Abinader está la priorización de lo humano es la puesta en marcha de un importante operativo que está investigando las causas de la explosión y se han activado todos los niveles de seguridad nacional.
La Dirección de Inteligencia del Estado Mayor del Ministerio de las Fuerzas Armadas (J2), está centralizando los esfuerzos de búsqueda, análisis, interpretación y diseminación de la información de forma continua y sistemática para producir la inteligencia necesaria en apoyo al planeamiento en los procesos de tomas de decisiones en lo relacionado con la defensa y seguridad nacional.
Además de los servicios de inteligencia, están trabajando otros departamentos de las Fuerzas Armadas, así como miembros del Ejército y de la Fuerza Aérea entre los organismos de socorro.
El Ministerio de Defensa, el ministro Díaz Morfa, apoyado por sus mandos más directos siempre están al lado de la Nación, del pueblo dominicano y, sin duda, de su presidente, Luis Abinader. En estos momento se espera conocer la hora concreta de la misa en honor a las víctimas. Posteriormente, está previsto realizar una mesa de trabajo para definir las acciones a tomar ante la explosión, la cual, será dirigida en primera persona por el presidente Abinader.
