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Mensajes falsos

08 de Mayo de 2024
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Todos podemos cometer errores y transmitirlos. Somos humanos. Pero cada uno de nosotros somos individuos normales y corrientes, carentes del don de la infalibilidad.

Pero si los seres humanos nos organizamos en sociedades y a la cabeza de las mismas colocamos a personas en las que confiamos de su capacidad para observar con neutralidad y justicia los acontecimientos y para saber cómo responder de forma eficaz… eso es otro cantar.

Asignaríamos entonces a esas personas un poder a través de la confianza depositada sobre ellas. Sólo quedaría confiar en que hicieran un buen uso de ese poder para orientar nuestra atención individual a nuestros propios asuntos cotidianos.

Parece que estoy contándole un cuentecito de buenas noches a un niño pequeño… porque la realidad actual, es evidente que difiere de lo descrito en esta introducción. Ese funcionamiento sería propio de personas bienintencionadas insertas en una sociedad madura.

¿A qué me quiero referir con todo esto?

Hace unos pocos días me llegó por diversas vías una noticia importante. La asociación «Liberum», tras una solicitud (el 19 de febrero de 2024) de información al Ministerio de Sanidad por la ley de transparencia, ha recibido el 13 de marzo pasado una contestación del dicho Ministerio.

El tema versaba sobre el número de vacunados frente a covid-

  1. El Ministerio, en su respuesta, describe no sólo los métodos de gestión de estos datos por parte de las comunidades autónomas y sus cambios a lo largo del tiempo sino también la gravedad de los casos (hospitalización, UCI) y la mortalidad, tanto en vacunados como en no vacunados.

Como la prensa en general, al igual que el resto de focas aplaudidoras, se han hecho eco sin el más mínimo sentido crítico a los datos presentados por el Ministerio de Sanidad, voy a intentar aclarar en pocas palabras el engaño y la manipulación cometidos sobre la población.

Aclaro que lo que sigue a continuación no ha sido de mi cosecha sino que procede de un escrito que me ha llegado por diferentes vías, firmado por José Muñoz a fecha 21 de abril de 2024. Creo que forma parte de la asociación «Liberum»

Según se puede ver en la imagen, constan los siguientes datos:

Estos datos son tomados a fecha 30 de Junio de 2023

  • Total no vacunados: 5.595.653.
    • Total vacunados 7.545.156 (Dato resultante de la suma de vacunados incompletos y vacunados completos).
    • No consta el estado de vacunación: 774.002. Y de estas cifras se infiere que:
    • Fueron hospitalizados un 5’6% de los casos no vacunados frente a un 3’3% de los casos con vacunación completa.
    • Ingresaron en UCI un 0’6% de los casos diagnosticados no vacunados frente a un 0’16% de los casos vacunados.
    • Fallecieron el 0’9% de los casos no vacunados frente al 0’5% de los casos con vacunación completa.

A la vista de estas cifras, la conclusión es simple: la vacuna fue eficaz, sin duda alguna..

Pero es que hay en estas cifras una manipulación de datos y un intento de engaño, también sin duda alguna. En las cifras de no vacunados incluyen a todas las personas que no han recibido esos inyectables tóxicos a lo largo de todo el proceso plandémico… pero es que hasta enero de 2021, cuando se inició la campaña de inoculación masiva, todas las personas estaban sin inocular.

Con lo cual, para hacer una comparación justa y equitativa de los datos sobre personas vacunadas y no vacunadas en cuanto a hospitalización, ingreso en UCI y muerte, deberían hacerse a partir

de enero de 2021, sin incluir las cifras de 2020, cuando no existía la posibilidad de inocularse nada.

Vamos a restar del informe último de junio de 2023las cifras que había en el informe de finales de diciembre de 2020. ¿Qué resulta tras este ajuste?

  • Se pasaría de 5.595.653 casos en personas no vacunadas a

3.667.388 casos, frente a los 7’5 millones de casos en personas vacunadas.

  • En los casos hospitalizados, se pasaría de 311.551 casos en no vacunados a 100.487, que hace un porcentaje de 2’74%, frente al 3’25% de los vacunados.
    • En cuanto a los ingresados en UCI, se pasaría de los 32.655 casos entre los no vacunados a los 14.404, generando un porcentaje de 0’4%.frente al 0’17% entre los vacunados,
    • Respecto a la mortalidad, se pasaría de 52.209 personas no vacunadas a 1.372 personas, puesto que hay registrados

50.837 fallecidos antes de la introducción de las vacunas en 2021. Esta nueva cifra da un porcentaje de 0’03% de fallecidos no vacunados frente a un 0’5% de vacunados.

Con lo que esa verdad repetida hasta la saciedad de que «las vacunas han salvado vidas»… pues va a ser que no es así, al menos si nos atenemos a las cifras que aporta el propio Ministerio y que se ha encargado de ocultar en cálculos estadísticos burdos y engañosos.

Queda aún un dato oscuro pero que no es posible aclarar en estos momentos: la cifra de personas en las que no se sabe si estaban vacunadas o no.

Cabe suponer que, dada la presión ambiental y la cifra mayoritaria de vacunados, al menos una parte importante de ese grupo de 774.002 personas se habría puesto alguna inyección tóxica, inflando aún más las cifras de vacunados. Pero a estas alturas no se puede asegurar nada.

Quiero dejar constar un último pero, éste ya de mi cosecha. Resulta que en un momento dado del proceso covid, ya no me acuerdo en qué fecha concreta, mientras los interesados en el tema colocábamos nuestra atención en las cifras oficiales de afectados, hubo un cambio de rumbo, para mí totalmente irracional si hablamos de facilitar transparencia a la población.

Y es que se les ocurrió la brillante idea de sólo dar información sobre afectados mayores de 60 años. Un ejemplo más en la tendencia observada en el Ministerio de Sanidad de ocultar información.

Si al engaño manifiesto al que me he referido en primer lugar le sumamos la respuesta reciente del Ministerio de Sanidad a otro requerimiento, esta vez motivado por un efecto adverso grave, diciendo que las personas se han vacunado voluntariamente y con el consiguiente «consentimiento informado» (dado que en la página web del Ministerio se podía leer que podían suceder algunos efectos adversos), la insensatez está servida.

Con esta amarga respuesta de nuestras autoridades sanitarias, avisando a la población que debe apechugar con las consecuencias de los efectos adversos sufridos, muertes incluidas, por haberse inoculado unas sustancias sin garantía suficiente de inocuidad ni de eficacia, no puedo menos que mostrar mi indignación.

¡¡No hay derecho!! ¡¡Qué desfachatez!! ¿En qué país vivimos?

¿Qué gobernantes y oposición de mierda tenemos? (Perdón por lo soez de la expresión). No podemos dar crédito a ninguno.

Conclusión clara: ningún político actual se merece nuestra confianza como para erigirlos en la cúspide del poder. Y, además, cada ciudadano debe velar por informarse adecuadamente y configurar así unos criterios propios, un filtro por el que pasar toda información, presuntamente sesgada, que provenga de los órganos de poder establecido actualmente.

No tienen ni merecen credibilidad alguna. Y me da tristeza reafirmarlo con tanta contundencia.

El sistema montado actualmente no tiene más remedio que sucumbir y dar paso a otro sistema mucho más humano, me atrevería a decir menos tecnológico, en el que pudiéramos facilitar el contacto unos con otros y con la naturaleza que nos rodea.

¡Vamos a crear humanidad!

Salud para ti y los tuyos.

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