Miranda el Traductor

03 de Marzo de 2024
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Miranda

Querido Fernando Parra Nogueras:

Termino pleno de envidias tu última creatura, acelerado por lo bien tramado de su esqueleto, esa polifonía que tanto me gusta, dispersión en el buen sentido de reflejar realidades diferentes pero capaz de generar una novela (yo siempre con mis dudas sobre lo mío). Carvajal me dijo un día: “De prosas me gustáis tú y Parra”, mi curiosidad y la insinuación de Antonio me deparó una sorpresa: alguien a quien admirar como si fuera una autor consumado en el Arte, Fernando Parra Nogueras, uno de quien aprender. Muchas gracia por tu escritura, que me anima a pensar que se puede hacer buena Literatura aún.

El misterio de lo literario es indescifrable, afortunadamente; eso hace posible que existan tantas maravillas como autorías distintas… y, como en todo, lo único que podemos saber es qué no funciona, tú eres profesor como yo: qué gracia ésos que enseñan técnicas de estudio, ¡si las supiéramos estaríamos en Harvard! El estudio, la Literatura, es una pelea acumulada en la que el aprendizaje, la sorpresa, el placer y el esfuerzo mayor son los componentes sempiternos de un misterio que se resuelve, a veces, en un trabajo bien ejecutado desde muchos frentes.

Tu Las cinco vidas del traductor Miranda tiene este halo de gloria de lo bien hecho, y no es sólo un entretenimiento, el entretener bien es hacer vivir bien y tu novela, además, es un alegato sobre la libertad ejemplar. La persecución a Salman Rushdie, ejecutada casi al filo de la publicación de tu trabajo, es una infamia propia del salvajismo peor. Yo soy un poco tosco de pensamientos, en mi opinión toda ideologia (y las religiones lo son) que supongan menosprecio de la dignidad humana deberían estar sometidas a la Ley y los Derechos Humanos, es nuestra obligación enseñar que el derecho a creer excluye variantes de pensamiento que supongan exclusión en ningún sentido. Me maravilla cómo, sin moral (cosa de intelectos poco dados al trabajo), el análisis psicológico de tus personajes principales: el traductor de Rushdie, el propio Rushdie, el fanático religioso, muestra los entresijos de la Razón y del mal, de la violencia y sus causas, y esto supone ese ejercicio aristótelico de la catarsis sin necesidad de sufrir en la realidad diaria… esto es, aprender.

Tu capacidad para describir ha llenado mi ejemplar de picos doblados en las esquinas de las páginas, señalando pasajes maestros donde lo escrito recrea a la perfección lo pretendido, léxico exacto, ritmo adecuado y capacidad de evocación justa: bello.
Por cierto, maravillosa maquetación, cuidado, papel, y ese volumen cuadrado casi, diferente, me provoca celos. La Editorial Funambulista trabaja bien y con respeto a su clientela, sin rebajarla a mera consumidora. Muy bien otorgado el Premio de la Crítica Literaria Valenciana que ha recibido este libro, que merece más.

Alguna curiosa verá que te respondo, podría pensar que te escribo en correspondencia a tu artículo sobre mi La tristeza del mundo, y tiene razón, es una respuesta respetuosa y medida porque sólo nos relaciona el gusto por la Literatura de verdad sin más rentabilidades que la sinceridad y el placer. Puedo emular tranquilamente tu exageración: Ya nadie escribe como tú, Fernando Parra Nogueras.

Enhorabuena otra vez, un abrazo que ojalá se pueda fraguar física y gastronómicamente.

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