Excavadoras y escombros. Este es el final para las viviendas de más de 200 familias de San Fernando de Henares. La situación se ha llevado a tal extremo que las excusas o las promesas de la Comunidad de Madrid ya no sirven para nada. David Pérez, consejero de Transportes del gobierno de Isabel Díaz Ayuso, prometió la semana pasada que nuevas actuaciones para las familias afectadas por las obras de la Línea 7B del Metro de Madrid.
Sin embargo, la situación ya es tan crítica que los parches y las indemnizaciones económicas no sirven. La Comunidad de Madrid y la constructora de Florentino Pérez tienen que hacer frente a su responsabilidad y ofrecer a las familias una vivienda o un local en San Fernando de Henares para que no tengan que iniciar una nueva vida, sino retomar la suya en el lugar en que las negligencias y los intereses electorales las dejaron.
Además de las viviendas, evidentemente, la Comunidad de Madrid y la constructora de Florentino Pérez tendrán que hacer frente a indemnizaciones por el daño moral y económico que se le ha provocado a estas personas. Es de justicia humana que así se haga.
Un afectado, al que mantendremos en el anonimato, ha declarado a Diario16 que «tengo una hija que acaba de cumplir 16 años y asoció su nacimiento al comienzo de las obras y del calvario. ¡La de veces que la han despertado cuando era un bebé! Es triste que no haya conocido la normalidad. Hace poco me comentaba un amigo psicólogo que hemos pasado por todos los estadios de un duelo: negación, ira, frustración y aceptación, pero con la diferencia que esto un bucle continuo de más de 15 años. Estamos hablando de temporadas de mucha ansiedad, incluso de tener que medicarnos, de momentos en los que estas cabreado con el mundo. Esta situación afecta a las relaciones personales, de pareja, con los hijos o en el trabajo. Como no vemos una solución, sino sólo excusas y mentiras, sientes que nadie te ayuda y, lo que es peor, que a nadie le importa».
Nieves Jiménez, otra de las afectadas con el agravante de que esta situación crítica la ha afectado tanto en lo personal como en lo familiar o en lo profesional, también ha hablado para Diario16. «Soy una de las desalojadas de la calle La Presa 33 desde el 4 de junio. Mi padre ha tenido que dejar su casa después de 65 años de recuerdos y yo mi Escuela de Danza y una vida de trabajo y lucha de 33 años. Hoy es un día muy duro. Ya han empezado a derribar las casas. Mañana tocará la mía y seguimos sin ninguna ayuda económica. Yo sigo ensayando con mi compañía de danza en el gimnasio que, de momento, me han dejado. ¡Vengo helada!, pues es grande, con las ventanas abiertas. No funciona la calefacción y cualquier día nos vamos a lesionar del frío que pasamos. ¿Qué he hecho yo para pasar estas penurias cuando yo tenía mi Escuela totalmente acondicionada y donde había invertido todos mis ahorros de tantos años de trabajo? Este sólo es uno de los cientos dramas que llevamos padeciendo los vecinos de San Fernando. Pero eso a los políticos les importa lo más mínimo, ya que sus negligencias siempre las pagamos los ciudadanos y ellos se van de rositas a su casa y solo les preocupa quedar bien en los medios».