El periodista Antonio Maestre ha denunciado una campaña de acoso llevada a cabo por grupos de extrema derecha. Según Maestre, está recibiendo constantes coacciones, han tratado de amenazar a los empleadores de los medios de comunicación que le dan trabajo, han atacado a su familia e incluso le han enviado cartas con balas de armas de fuego, un método habitualmente utilizado por la mafia. “Lo único que pido es poder trabajar tranquilo, poder expresar mis ideas, pero no me dejan ni en Argentina, donde también han llegado”.
Antonio Maestre se ha pronunciado sobre las imágenes que se han difundido y en las que aparece quitándole el micrófono a Vito Quiles y lanzándolo lejos. "Es el último episodio de un acoso que llevo sufriendo años", ha asegurado. El periodista ha acusado al activista de extrema derecha de ser un "acosador que se dedica a provocar a toda la gente que considera que son adversarios". Un momento que ha aprovechado para comenzar a enumerar todo lo que ha tenido que sufrir por parte de la ultraderecha. "Recibí una carta con balas", ha explicado, señalando que lleva mucho tiempo recibiendo "amenazas de muerte e intentos de agresión".
"Me han pinchado las ruedas del coche, me han despedido de varios sitios y han difundido los datos de mi casa", ha continuado aclarando. De esta forma, sobre su enfrentamiento con Vito Quiles, el periodista ha señalado que lo que hizo es defenderse. "Lo que pido es que por nuestros pensamientos no tengamos que estar amenazados", ha recalcado, dejando claro que, si le acosan "se va a defender".
Vito Quiles y Maestre protagonizaron la pasada noche del 14 de enero un altercado después de que el primero se acercara para “hacerle preguntas” y el segundo optara por lanzar su micrófono al aire. Tras esto, Quiles le espetó que “cómo llevaba estar defendiendo a un Gobierno cercado por la corrupción”, a lo que Maestre le respondió “pidiéndole que le dejara en paz” y que se fuera a su “puta casa“. Para Maestre, Quiles es un ultra y un integrista que lo persigue para colgar las grabaciones en su canal de Youtube y poder monetarizarlas.
Pese a que Maestre se negó a contestar a las preguntas, Quiles continúo repitiéndole las cuestiones y sugiriéndole si le “pasaba algo” o si llamaba a la Policía porque, presuntamente, Maestre había agredido a su cámara. “Es un energúmeno, un loco y una persona peligrosa”, calificó Quiles, mostrando a la cámara los daños del micro que fue lanzado por Maestre.
No es el primer periodista de la izquierda que sufre ataques de este tipo. El pasado 8 de enero Ana Pardo de Vera y Bertrand Ndongo, afín al partido Vox, vivieron un enfrentamiento en el acto conmemorativo del fin de la dictadura franquista.
La periodista denunció que el político intentó agredirla y la insultó antes de entrar al Museo Reina Sofía, donde se celebró el primer acto conmemorativo por los 50 años del fin de la dictadura franquista organizado por el Gobierno.
Pardo de Vera explicó en Público, diario del que es directora corporativa y de relaciones institucionales, que, mientras se encontraba en un corrillo con otros compañeros de profesión y el secretario general de CCOO, Unai Sordo, Ndongo "empezó a grabar los saludos" y a faltarles al respeto. "Nos metía el micro y había una cámara por lo menos, todo muy invasivo", narró. Cuando ella le pidió que se marchara, este le dijo "¿A quién iba vas a chupársela, como siempre?", y señaló a la periodista, quien a continuación le quitó el micrófono.
"Se me echó encima y creo que, si no entra la seguridad y otros compañeros, me da una hostia. Nunca vi tanto odio en una mirada", subrayó Pardo de Vera. El vídeo que el político publicó en redes comienza justamente cuando ella le quita el micrófono. En ese momento, él la llama "violenta", le pide que se le devuelva y, cuando ella lo tira al suelo, él se encara con ella, momento en el que otros periodistas se interponen.
"Es muy sencillo de retratar. Nadie quiere llegar a este punto. Somos periodistas, estábamos invitados. También estaba sentado Unai Sordo, el secretario general de Comisiones Obreras, al que le estaban acosando. Llegaba también Gonzalo Miró, que no sabía por dónde entrar. Quedamos con él en la puerta del auditorio. Nos juntamos ahí un grupillo y esta gente actúa invadiendo el espacio en donde hay un grupo de gente saludándose, metiéndote el micrófono en la cara hasta el punto de tocarte y diciéndote todo tipo de barbaridades", aseguró Pardo de Vera.