Banco Popular: empieza la batalla
27
de Octubre
de
2017
Actualizado
el
02
de julio
de
2024
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Diario16 ha sido el único medio que ha ido desentrañando las estrategias adoptadas por los poderes internos y gubernamentales para descapitalizar al Banco Popular para que fuera adquirido por otra entidad antes de que se perpetrara la compra del Santander por 1 euro y la intervención de las autoridades europeas. Otras cabeceras de prestigio se hicieron hecho eco de la operación que nosotros denunciamos, cosa que es de agradecer.La operación de acoso y derribo del Popular ha dejado cientos de miles de víctimas y decenas que ha ganado mucho dinero. Según informó Diario16, algunos de los promotores e inductores de los movimientos bajistas y de las filtraciones interesadas para generar el pánico en los mercados bursátiles para que el precio de la acción se quedara en el valor pretendido han salido «bastante beneficiados» de sus operaciones en corto que han llevado a la ruina a los accionistas y a los bonistas, además de generar la incertidumbre entre los trabajadores.Del mismo modo, el día 12 de mayo Diario16 ya informó de los movimientos que se estaban produciendo entre diferentes grupos de pequeños accionistas viendo el camino que estaba tomando la estrategia de acoso y derribo propiciada por aquel que vino a presidir la entidad con la única intención de crear el escenario perfecto para su venta en vez de buscar revertir la situación. Esos accionistas ya se estaban reuniendo con diferentes bufetes de abogados para interponer demandas por el daño que se les estaba haciendo y por la pérdida de valor de sus acciones. Además ya habían solicitado la intervención de la CNMV por las filtraciones interesadas del Consejo del Popular. Lo que no podían esperar los minoritarios es que en menos de un mes la situación se le fuera de las manos a los inductores ni que quienes deberían haber supervisado y parado la operación bajista permitieran que tuviera que ser Europa quien interviniera a la entidad con la venta exprés por un euro al Santander.La operación terminó con la venta del Popular al Santander, pero no en los términos previstos. Todo estaba pensado para que otra entidad —Bankia, BBVA, Sabadell o Caixabank— comprara a un precio por acción que oscilara entre 0,25 y 0.50 euros cuando apenas unos meses antes Ángel Ron había rechazado precios superiores porque afectaba a los intereses de sus accionistas, de sus bonistas, de sus clientes y de sus trabajadores, trabajadores que, por cierto, se opusieron al relevo de Ron por Saracho. Ellos ya sabían a lo que venía el directivo de JP Morgan porque él ha dinamitado el valor en bolsa del Popular pero no ha podido liquidar el que tiene por su patrimonio, un valor que supera los 10.000 millones de euros.La intervención de las autoridades europeas ha dejado sin valor las acciones del Popular y los accionistas y los bonistas no están dispuestos a permitir que sean ellos los que paguen los platos rotos de una operación especulativa que cubría los intereses políticos y económicos de quienes son los máximos responsables de la quiebra del Popular. Ya ha habido dos bufetes que han presentado sendas demandas en la Audiencia Nacional y un tercero que ha denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción. Este es el comienzo de una larga serie de demandas que los accionistas presentarán ante todas las instituciones judiciales porque, tal y como se han desarrollado los hechos, nos encontramos ante un escándalo de proporciones bíblicas, de una expropiación encubierta del dinero que tenían invertido desde grandes fortunas como pensionistas o trabajadores del banco por parte del Banco Central Europeo y de la Junta Única de Resolución (SRB).Las principales líneas de demanda son dos. La primera interpreta que el Banco Popular se encontraba en una situación peor de lo que el Consejo de Administración admitía y que faltó a su obligación de informar al mercado de su situación real. Lo que quieren demostrar es que la ampliación de capital de hace un año podría ser fraudulenta. El Santander, como propietario del Popular, tendría que hacerse cargo de las aportaciones de cada inversor. Esta es la línea que defenderán gran parte de los grandes accionistas.La segunda vía iría directamente hacia el BCE, el FROB o la SRB porque se han detectado muchas irregularidades en la gestión de la crisis del Popular ya que ni era inviable ni tenía un valor negativo ni tenía falta de liquidez.Ya contamos en Diario16, que las demandas por parte de los accionistas eran uno de los factores que echaban para atrás a quienes se acercaban a hacer una propuesta de compra del banco. Se estimó que el volumen de dichas demandas podría superar los 2.000 millones de euros, hecho que no pasó desapercibido para el Santander y que provocó que en menos de 24 horas estimaran la ampliación de capital necesaria para afrontar la compra de 5.000 a 7.000 euros y con una garantía por parte del BCE. Ana Patricia Botín sabía dónde se metía.Ahora queda el futuro y cómo va a afrontar el Santander con la reestructuración del Banco Popular. Fuentes consultadas por este medio han sabido que se va a encargar de esta operación a Javier García-Carranza Benjumea, un killer procedente de Morgan Stanley, que no conoce la mano izquierda y que no negocia sobre previsiones sino sobre lo que tiene. No corre riesgos y pasa por encima de quien haga falta y de lo que haga falta.Por otro lado, tenemos la reacción de Luis de Guindos, quien se ha felicitado de que se haya rescatado al Popular sin coste alguno para las arcas públicas. Que De Guindos afirme esto le deja en una situación de incompetencia para continuar al frente del Ministerio de Economía. Muchas de las demandas que se van a presentar por parte de los accionistas van a ir dirigidas al Banco de España o a la CNMV por haber hecho dejación de sus responsabilidades de supervisión. Entonces sí que será necesario pagar del erario público…
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