Tal y como publicamos en Diario16, en la localidad pacense de Valle de la Serena se ha producido un terremoto económico que ha terminado con gran parte del pueblo sin el dinero que tenía depositado en Banco Santander. En este pueblo de 1.100 habitantes la sucursal estaba gestionada por una agente externa y, en el mes de julio, la oficina cerró sus puertas y sin previo aviso, lo que hizo saltar las alarmas.
Los vecinos denuncian es que la empleada, una agente externa del Santander, presuntamente abusó de la confianza que se había ganado para realizar movimientos de dinero y operaciones (como la concesión de préstamos) sin la autorización de los titulares de las cuentas. Se desconoce la cantidad que esta agente externa, supuestamente, se habría podido llevar. En muchos casos, se trataba de productos complejos como, por ejemplo, fondos de inversión. Entre los afectados hay personas mayores que vieron cómo en sus cartillas se reflejaban movimientos extraños y que no habían realizado.
En un principio, el Santander envió a empleados propios a Valle de la Serena para recabar información y recoger las reclamaciones de sus clientes. Por otro lado, la propia entidad anunció en el mes de agosto que iba a iniciar una investigación sobre los hechos.
Sin embargo, ya han pasado dos meses desde que ocurrió el presunto desfalco y sólo una pequeña parte del dinero ha sido devuelto, según denuncian los vecinos. En el vídeo que encabeza esta información hay testimonios demoledores sobre las graves consecuencias de la inacción del Santander que, como denuncian los vecinos, se podría arreglar en 48 horas porque para el primer grupo bancario de España la devolución del dinero de estas familias, que en muchos casos es un caso de supervivencia, no supondría una gran afectación a sus cuentas de resultados.
Una de las afectadas es María José Carrasco quien denuncia que «la agente colaboradora de nuestro pueblo ha manipulado fondos, préstamos personales, firmas sin autorización. Una lástima que se hayan quedado a familias, yo misma, sin poder dar estudios a mis hijos con esos ahorros que tenía y otros pagando un préstamo que no es suyo y que no les llega a pasar el mes para comer. Las negociaciones con el Santander siguen ahí. Te piden papeles, cómo o has ingresado. Hasta ellos han llegado a justificarse diciendo que la llamemos a ella para que haga declaraciones, pero ella no las va a hacer. Los días van pasando pero la esperanza es lo último que se pierde. Cada día está más complicado».
Paulino García también ha perdido dinero en esta presunta estafa y nos cuenta cómo empezó este terremoto económico. «De la situación nos enteramos porque, en el mes de julio, varios vecinos dijeron que tenían problemas en sus cuentas, que no aparecía el dinero que ellos tenían. La gente empezó a preocuparse. Teníamos una confianza grande en esta chica, porque es del pueblo. La gente empezó a enterarse de que había movimientos que no cuadraban, empezamos a investigar y nos dimos cuenta de que, de la noche a la mañana, se presentaron aquí, cerraron la sucursal, se llevaron todos los ordenadores y fue cuando empezaron a indagar. El dinero que teníamos no era lo que ella nos había dicho. Nos daba rentas que eran de lo propio nuestro. Había adjudicado préstamos, supuestamente, a personas que no lo habían pedido. Gente con 80 años toda la vida trabajando en Alemania y en el norte y aquí estamos que nos den nuestro dinero».
La respuesta del Santander está siendo muy deficitaria y el propio García señala que «el banco está escuchando a la gente. Ha habido a personas que están solucionando. Pero la gente no está conforme. Sus fondos no se están reponiendo. Algo habrán repuesto, pero no la mayoría. Están atendiendo unos trabajadores que ha mandado el Santander y nosotros, con respeto y educación, estamos esperando soluciones. ¿Cómo a una persona con 80 años le explicas lo que ha pasado con su dinero? Lo que quiero es que este pueblo tenga una solución. Somos gente humilde, trabajadora y de la que se ha abusado de la confianza de un pueblo de 1.100 habitantes. El Santander tiene que estar a la altura de las circunstancias y responder con el daño económico y moral que se le ha hecho a este pueblo. Para el Santander no es nada y para nosotros es un mundo. Todo el sacrificio de nuestra vida. Si la señora Botín me está escuchando que venga y le dé una solución a esto».
Una de las afectadas, Francisca Sánchez, cuenta las ofertas que está haciendo el Santander a los vecinos, mucho menos dinero del que denuncian que les ha desaparecido de las cuentas. «Esta mañana me han llamado y me han dicho que, del dinero que me han quitado, sólo me devuelven 6.500 euros, que lo tienen ingresado en la cuenta y que venga a firmar. Yo me he negado hasta que me devuelvan mi dinero. Yo tengo una tarjeta que dice [la agente externa] que la saqué yo y yo no he sacado un puto duro porque en el mes de junio estaba todo mi dinero ahí. Ahora, cuando ha pasado todo esto ha desaparecido todo mi dinero. Esta sinvergüenza no se va a quedar mi dinero porque nos ha engañado en la puta cara. Voy a llegar hasta el final».
A pesar de que la estafa fue presuntamente perpetrada por la agente externa, los afectados no dudan en apuntar a Banco Santander como último responsable. «El único responsable aquí es Banco Santander. Lo que no puede ser que un pueblo de 1.100 habitantes tenga 2.000 préstamos. Han venido unos señores puestos por el Santander para marear la perdiz y la gente sale llorando [de la sucursal]. Yo les dije si eran un bufete de abogados porque estaban aconsejando que no denunciaran. Hay que denunciar en el juzgado de guardia, y cuando allí aparezcan 500 denuncias entonces se arregla. Mientras, no. El problema es que han arruinado a todo el pueblo. El único responsable es Banco Santander. Lo que están tratando es desviar el tiro. Es una vergüenza que está afectado todo un pueblo, que la gente sale de ahí llorando, que no tienen para comer. A unos les ha afectado de una manera y a otros de otra. Puede que a alguien le haya afectado con 100.000 euros y esté jodido, pero a otros les ha afectado con 1.000 y no tienen para comer. Eso lo puede solucionar el Santander en 48 horas, en cuanto quite a esos señores que no están solucionando nada. El banco lo que tiene que demostrar es por qué yo tengo tres préstamos que no he pedido y hace tres años que no piso el banco. Lo que haya hecho esta niña [por la asesora externa] lo ha hecho con herramientas que se las ha dado Banco Santander, porque ahí pone Banco Santander [señala a la sucursal]. Aquí ya hubo un caso hace 6 años de 120.000 euros y dicen que lo han descubierto ahora. Aquello se tapó, se apañó y no se denunció. Es una vergüenza que Banco Santander no solucione esto en 48 horas, que la gente entre ahí asustada porque han traído a tres que parecen matones o asesores», denuncia Basilio Caballero, otro de los afectados.
Por otro lado, los afectados denuncian la cobertura mediática que se ha dado por determinados medios en los que se está dando una visión positiva de lo que está haciendo el Santander. «El otro día vino aquí el Canal Extremadura, me hizo una entrevista y lo cortaron. Esto está todo comprado, todo vendido».