El mandato del portugués Mario Centeno al frente delEurogrupo tiene fecha de caducidad y, de manera sorpresiva, ha aparecido elnombre de Nadia Calviño entre las favoritas para sustituirlo. El sueño de Luisde Guindos podría verse cumplido por la actual ministra de Asuntos Económicos.Casualidades de la vida, que diría el castizo…, ¿o no?
Calviño es una mujer que ha hecho carrera en Europa, queconoce el funcionamiento de las instituciones de la Unión y, sobre todo, tieneun buen cartel entre los poderes económicos de la UE que tan escorados estánhacia los pensamientos neoliberales. Por eso es la candidata perfecta.
Con la presencia de Calviño al frente del Eurogrupo, Españaganará un peso en Europa que perdió durante la crisis, a pesar de que elGobierno de Mariano Rajoy se convirtió en el principal aliado de lasinstituciones europeas a la hora de aplicar las medidas de austeridad. Sinembargo, el Ejecutivo del PP no logró colocar a ninguna de sus piezas en losprincipales organismos que toman las decisiones que tanta influencia tienen enlas vidas de las diferentes ciudadanías de Europa. Lo único que logró fue lavicepresidencia del BCE para De Guindos, un movimiento que también fue muypositivo para España.
La realidad es que, si Calviño es elegida para presidir el Eurogrupo, quien también saldrá ganando es el pueblo español porque se dejará de tener dentro del gobierno progresista a un elemento contrario a las medidas de justicia social que están incluidas en el programa y que, tras la crisis del Covid19, iban a encontrar la oposición de los sectores más liberales del Ejecutivo.
Por otro lado, Calviño servirá para que España pueda vendercon garantía de éxito las medidas que el país necesita que están basadas en elincremento del gasto público para potenciar los elementos que debilitaron losrecortes del PP y que, como se ha demostrado en esta pandemia, debilitaron laestructura social de España. Teóricamente, Calviño defenderá las posiciones desus compañeros de gobierno y no hará como otros muchos políticos en España quecuando obtienen un puesto en Europa se olvidan de a quién representan. No hayque irse muy lejos y buscar en la nómina de comisarios para entenderlo.