En democracia el consenso es la herramienta fundamental para hacer que el país avance. En medio de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, los partidos de la derecha y los ultras han colocado vetos a los acuerdos con EH-Bildu y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) a la hora de apoyar el proyecto presentado por el Gobierno. Casualmente, son los mismos que sacan la bandera del pacto constitucional de la Transición cuando les conviene, pero rechazan sentarse a hablar con quien piensa de un modo diferente. Esto es una consecuencia de la falta absoluta de proyecto político.
En medio de este maremágnum, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha defendido, precisamente, que la negociación de los PGE se haga con todos los partidos y ha reprochado al Partido Popular su postura irresponsable. Además, ha recordado cómo el PP también llegó a acuerdos con el partido de la izquierda abertzale.
Calvo ha cargado contra la formación presidida por Pablo Casado por no querer que haya presupuestos, reprochándole que haya centrado el debate en el apoyo de Bildu. Para la vicepresidenta, esto no son más que argumentos que se mueven en un entorno de trileros , porque no tienen que ver «la realidad de la política ni del futuro». (Precisamente, "Trileros con corbata"es una expresión que utiliza habitualmente Manuel Domínguez Moreno, editor de Diario16, para referirse a determinadas personas que representan o defienden los intereses de capital deshumanizado frente al pueblo)
Por eso ha puesto en valor al resto de formaciones que sí respondieron al llamamiento de cooperación, coordinación y unidad que necesita ahora el país y se sentaron a negociar con el Gobierno.
Estos PGE, según Calvo, llegan en un momento en que España necesita estabilidad y gobernanza, además de dar «respuesta a los muchos problemas que la crisis de la pandemia ha traído».