Caso Begoña Gómez: ¿purgas en la SEPI o fuego amigo contra Sánchez?

06 de Junio de 2024
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Pedro Sánchez y Begoña Gómez. | Foto: Flickr PSOE
Pedro Sánchez y Begoña Gómez. | Foto: Flickr PSOE

El Partido Socialista Obrero Español no ha sido jamás una formación política tranquila. Las divisiones y los desencuentros entre la dirigencia y la militancia son una constante desde, incluso, el mismo momento en que se fundó el partido en Casa Labra.

Pedro Sánchez pensó que si aplicaba un régimen personalista en el que no se permitiera la disidencia o que ésta fuera duramente castigada, incluso con durísimos expedientes de expulsión sólo por hacer públicas las discrepancias con el líder supremo, él podría mantenerse ad infinitum en la Secretaría General.

Las cosas han cambiado mucho en el PSOE desde el 39 Congreso de 2017, un evento en el que, como se decía en Star Wars III, La Venganza de los Sith, «así es como muere la libertad, con un estruendoso aplauso». En el caso del PSOE, con aplausos y Guns and Roses a todo trapo.

Las decisiones adoptadas por Pedro Sánchez para mantenerse en el poder y la manipulación psicológica aplicada con su primera carta a la ciudadanía han hecho despertar a una parte de la militancia y de los niveles intermedios de la dirigencia. Ha sido como el fenómeno del despertar que viven las personas captadas por sectas y, de repente, se dan cuenta de la verdad.

Tras la primera carta a la ciudadanía de Pedro Sánchez, José Antonio Gómez, director de Diario16, repetía insistentemente durante aquellos 5 días «de reflexión» que no iba a dimitir y que ni se lo había planteado, que todo el espectáculo que montó Sánchez era una farsa. El propio Sánchez le dio la razón en la entrevista en Televisión Española cuando reconoció abiertamente que nunca se había planteado la dimisión. Ese «no, no, no» resonó en muchos oídos de las personas que sacrificaron un fin de semana para acudir a la concentración de apoyo en Ferraz, ese evento en el que María Jesús Montero salió tan absolutamente alienada y fuera de sí que daba la sensación de que se hubiera bebido dos litros de café muy cargado.

Esa misma noche, el director recibió una llamada de una militante extremeña con más de 30 años de carnet, una militante que apoyó a Pedro Sánchez desde el mismo momento en que el actual secretario general se presentó a las primarias  de 2014 y que dudó en darse de baja durante la etapa de la gestora. Una sanchista con pedigrí. En esa conversación, en medio de lágrimas, la militante se preguntaba que «¿cómo me he podido creer esto?».

Esta situación ha derivado en que en el PSOE se estén afilando los cuchillos. Hay dirigentes que no tienen miedo a las represalias de Pedro Sánchez y actúan en sus territorios en base a sus convicciones, no a las imposiciones de Ferraz. Así ha ocurrido en Castilla-La Mancha, con el recurso de inconstitucionalidad que el gobierno de Emiliano García-Page interpondrá contra la Ley de Amnistía. Lo mismo sucedió con el secretario general del PSOE de Aragón, Javier Lambán, quien no votó en el Senado a favor de esa misma ley porque «incurriría en una insoportable deslealtad» consigo mismo y entraría en una «contradicción flagrante» con sus convicciones personales. El PSOE de Pedro Sánchez actuó contra Lambán como sólo hacen las organizaciones totalitarias: aplicando la misma represión que con otros históricos que antepusieron su ética y su ideología a la dictadura de voto como, por ejemplo, sucedió con Odón Elorza.

Ese afile de cuchillos está derivando, además, en un río de filtraciones de información a la prensa, informaciones que salen del interior del PSOE y con el Caso Begoña Gómez este fenómeno se está desbocando. No sólo el PP tiene un arma, también la disidencia antisanchista.

Fuentes socialistas se pusieron en contacto con Diario16 para poner en conocimiento de este medio una información sobre el caso Begoña Gómez y las presuntas consecuencias que supuestamente podría estar teniendo en distintos organismos públicos, en concreto, en la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI).

La información recibida señalaba lo siguiente: «La semana pasada acudió junto a la Policía Nacional una directora general y se pasaron todo el día allí rascando información sobre los tejemanejes de la señora. A la funcionaria la han despedido/suspensión de empleo por orden de MJ Montero».

Según las mismas fuentes, la funcionaria es, presuntamente, María Jesús Garrido Solís, quien ostentó durante años el cargo de subdirectora general de la División de Participadas de la SEPI.

Garrido Solís ocupó puestos en distintos consejos de administración de sociedades con participación total o parcial de la SEPI como Ebro Foods, Mayasa y Alestis Aerospace.

En Ebro Foods estuvo en el consejo de administración de la compañía desde enero de 2020, además con buenas referencias de la propia compañía, tal y como se puede comprobar en el siguiente documento:

Respecto a Minas de Almadén y Arrayanes S.A. (MAYASA), el 27 de febrero de 2018 se incluyó en el Registro Mercantil su nombramiento como consejera.

En Alestis Aerospace, compañía en la que la SEPI tuvo participación desde 2015 hasta 2024, Garrido Solís estuvo en su consejo de administración desde noviembre de 2021, según se indica en el Boletín Oficial del Registro Mercantil.

Sin embargo, en el primer semestre de 2022 Garrido Solís es cesada de todos esos consejos como representante de la SEPI. En concreto, según datos del BORME, en febrero de ese año sale de Mayasa y de Alestis, mientras que de Ebro Foods lo hace en mayo de 2022.  

Diario16 se puso en contacto con la SEPI para, evidentemente, contrastar esta información y, sobre todo, conocer si la Policía había entrado a registrar la SEPI, tal y como decía la información recibida de fuentes socialistas.

En este sentido, respecto al cese, suspensión o despido de María Jesús Garrido Solís, la respuesta fue que la SEPI «no va hacer comentarios». Sin embargo, se mostró muy contundente al afirmar que «ni la Policía ni la Guardia Civil han acudido a SEPI para recabar información respecto a ninguna investigación judicial».

Por tanto, lo que queda claro es que desde dentro del PSOE está empezando a germinar un descontento que se traduce en la filtración de supuestas informaciones con la intención de hacer daño a Pedro Sánchez, informaciones que con el debido ejercicio de contraste de las mismas dejan en el aire si lo que se está pretendiendo es que haya quienes crean que los medios a los que filtran esas informaciones publicarán todo lo que les llegue sin la diligencia debida. En Diario16, no. 

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