Cerca de un cuarto de millón de hectáreas quemadas y cuatro muertos exigen responsabilidades políticas y dimisiones

España vive un verano negro: los incendios forestales arrasan 240.000 hectáreas y se cobran cuatro vidas

18 de Agosto de 2025
Actualizado a las 14:58h
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Incendios cerca
Un miembro de la Unidad Militar de Emergencia lucha contra uno de los grandes incendios de este verano | Foto: UME

La oleada de incendios forestales que asola la península ibérica ha convertido este agosto en uno de los más devastadores de la última década. Según los últimos datos oficiales, el fuego ha calcinado ya 200.000 hectáreas en lo que va de mes y 240.000 en todo el año, dejando un balance trágico de cuatro víctimas mortales, tres de ellas en León y una en Madrid. La última se produjo este lunes, cuando un trabajador falleció al volcar una autobomba durante las labores de extinción en la provincia leonesa.

León, Ourense y Cáceres, los principales focos

Las comunidades más castigadas son Castilla y León, Galicia y Extremadura, con decenas de incendios aún activos y miles de personas desalojadas.

En León, donde se concentran más de una decena de fuegos graves, las llamas han alcanzado el Parque Nacional de Picos de Europa y obligado a evacuar localidades de la zona de Caín y la Senda del Cares. Solo en esta provincia, más de 1.400 vecinos se han visto afectados. El incendio de Molezuelas de la Carballeda (Zamora), con más de 31.500 hectáreas arrasadas, amenaza con convertirse en el mayor registrado en la historia de España.

En Galicia, los focos de Ourense y Lugo han alcanzado dimensiones históricas. Incendios como los de Chandrexa y Vilariño, con 17.500 hectáreas, o el de Larouco-Seadur, con 15.000, figuran ya entre los más grandes de la comunidad. La superficie total quemada en Galicia ronda las 63.000 hectáreas.

Mientras tanto, en Extremadura, el incendio de Jarilla (Cáceres) sigue fuera de control tras siete días activo. Ha calcinado unas 11.000 hectáreas y ha obligado a evacuar la localidad de Rebollar, confinar Hervás, y desalojar el balneario del Valle del Jerte. “Está completamente desbocado en su flanco norte”, advirtió la presidenta extremeña, María Guardiola.

Refuerzos europeos y alivio en el horizonte

La magnitud de la crisis ha llevado a España a activar la cooperación europea. La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, anunció la llegada de 150 bomberos y vehículos de Alemania y Francia, además de helicópteros Black Hawk de la República Checa y Eslovaquia, motobombas de Países Bajos y dos aviones cisterna enviados por Italia. “Nuestro agradecimiento a nivel europeo es enorme”, declaró Aagesen desde el Centro de Coordinación de Incendios en Madrid.

La Aemet confía en que el final de la ola de calor, que ha durado más de dos semanas, contribuya a estabilizar los incendios, aunque las tormentas de viento, como la registrada en Zamora este fin de semana, complican la tarea de los equipos de extinción.

Miles de evacuados y alerta sanitaria

Las evacuaciones se han multiplicado en todo el noroeste peninsular. Solo en Castilla y León, unos 3.250 vecinos han tenido que abandonar sus hogares. En Zamora, más de 1.300 personas permanecen fuera de Porto de Sanabria, mientras que otras 8.000 se encuentran en zona de riesgo.

Las autoridades sanitarias han emitido recomendaciones urgentes, especialmente para personas con enfermedades respiratorias o cardiacas, a quienes se insta a evitar actividades al aire libre, usar mascarilla y mantener cerradas las ventanas para reducir la exposición al humo.

En Asturias, el suroccidente concentra los focos más graves, con 15 incendios contabilizados, ocho de ellos aún activos, en los concejos de Somiedo, Degaña y Cangas del Narcea. La región seguirá en situación de alerta máxima al menos hasta el miércoles.

Un verano sin tregua

Con miles de hectáreas arrasadas, pueblos desalojados y cuatro víctimas mortales, los incendios forestales han convertido el verano de 2025 en un escenario de emergencia permanente. El país encara ahora días decisivos en los que se juega frenar la propagación del fuego o sumar un nuevo capítulo a la lista negra de catástrofes naturales en la historia reciente de España.

Responsabilidades políticas

La magnitud de la tragedia y la sensación de descoordinación en la respuesta han encendido también el debate político. Diversas asociaciones ecologistas, sindicatos de trabajadores forestales y partidos políticos han reclamado la asunción inmediata de responsabilidades políticas por la gestión de la crisis. Lo verdaderamente deprimente es que las responsabilidades que se exigen desde la oposición no se asuman cuando están gobernando. Un verdadero escorial es en lo que han convertido España.

Desde diferentes organizaciones ecologistas, se denuncia que, pese a los avisos reiterados de la comunidad científica sobre el aumento de la vulnerabilidad frente a olas de calor e incendios, los planes de prevención siguen infradotados y mal coordinados entre comunidades autónomas y Gobierno central. “Los bomberos forestales están exhaustos, con medios insuficientes y contrataciones temporales que impiden una estrategia a largo plazo. No se puede improvisar frente al fuego”, señalan en un comunicado conjunto.

La oposición ha ido un paso más allá y exige dimisiones inmediatas en la cúpula del Ministerio para la Transición Ecológica, acusando a la ministra Sara Aagesen de reaccionar tarde ante la gravedad de los incendios en Extremadura y Castilla y León. “No basta con agradecer la ayuda de Europa; España debería haber reforzado sus medios desde el inicio del verano, no cuando el fuego ya está fuera de control”, criticó un portavoz del Partido Popular. Vox, por su parte, ha pedido una comisión de investigación parlamentaria para esclarecer los fallos de coordinación entre administraciones.

La presión no se limita al Gobierno central. En Castilla y León y Extremadura, donde se concentran algunos de los incendios más devastadores, las ejecutivas autonómicas también enfrentan duras críticas por no haber activado con mayor celeridad los dispositivos de prevención ni las evacuaciones. Plataformas ciudadanas de León y Zamora, que han organizado concentraciones de protesta, apuntan a la “negligencia política” como una de las causas que ha convertido esta ola de incendios en una tragedia sin precedentes.

El debate se extiende incluso al terreno judicial. Asociaciones de trabajadores forestales no descartan presentar denuncias por negligencia contra las administraciones competentes si no se asumen responsabilidades claras en los próximos días. “Cuatro muertos y 240.000 hectáreas arrasadas no pueden quedar en un simple parte meteorológico”, denuncian.

El país enfrenta así no solo un desafío ambiental y humano, sino también una creciente crisis de confianza institucional, con la gestión política del fuego en el centro del huracán.

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