Los usuarios de Instagram y Facebook han recibido en los últimos días un mensaje en sus perfiles que les ha advertido “cambiamos nuestras políticas de privacidad a partir del 26 de junio” con un extenso texto y un complejo lenguaje, hecho parece, adrede, para que su receptor desista de su lectura.
En resumen, la empresa Meta, propietaria de ambas redes y también de WhatsApp, anuncia la actualización de las las condiciones de privacidad de sus usuarios de modo que autoricen el uso de sus datos, incluyendo fotos, pies de fotos o publicaciones, para alimentar y entrenar los modelos y funciones de su herramienta de Inteligencia Artificial (IA). Es decir, si el usuario no se opone antes del 26 de junio, su información y datos personales pasarán a ser utilizados como ellos quieran, sin control alguno, pero con un consentimiento tácito, por defecto.
Sin embargo, la empresa de Mark Zuckerberg no se lo ha puesto fácil a los millones de navegantes de sus redes: la notificación que han recibido en sus cuentas manifiesta una interminable declaración de intenciones que esconde una autorización final sobre el uso de los datos personales para el desarrollo de su herramienta de IA que es complicada de identificar y aún más tratar de oponerse, ya que para ello precisa de siete acciones por parte del usuario.
No obstante y a pesar que el usuario consiga superar el farragoso procedimiento para que Facebook e Instagram no puedan hacer uso de sus datos personales, no es una oposición completa ni excluye a terceros. En este sentido, para la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU)”el usuario debería dar su consentimiento expreso e informado para ese tratamiento” y no a través de un proceso poco claro y nada intuitivo a través de cada una de las aplicaciones.
Escasa transparencia del cambio
Para la OCU la actualización de las políticas de privacidad de Meta se está realizando de una manera poco transparente, dificultando el derecho de oposición del usuario e incluyendo el posible uso de terceros. Por este motivo ha presentado la denuncia a la Agencia Española de Protección de Datos(APED) con el fin de garantizar la protección de millones de ciudadanos frente al gigante tecnológico.
Sin embargo, a la falta de transparencia ya descrita con anterioridad se suma que el derecho de oposición no es completo, ya que la IA de Meta no distingue en las fotos entre los perfiles de usuarios que autorizaron el uso de sus datos del resto. De hecho, Meta no informa sobre qué uso hace de los datos de terceros que no hayan dado su consentimiento previamente, entre los cuales puede haber menores de edad que aparecen en fotografías o vídeos familiares que se hayan colgado en redes sociales.
Por todo ello, OCU ha solicitado a la Agencia Española de Protección de Datos que investigue esta nueva actualización de Meta y, en caso de confirmarse los hechos denunciados “inicie de urgencia una actuación que impida el uso de los datos personales de los afectados (usuarios y no usuarios) por parte de su herramienta de IA”.
De hecho, la organización de consumidores insta a la APED a resolver la denuncia antes del 26 de junio de 2024, fecha que marca la entrada en vigor de los cambios en la política de privacidad tanto de Facebook como de Instagram.