La directora de Salud Pública de Castilla y León, Sonia Tamames, ha presentado su dimisión este jueves tras unas declaraciones que han causado indignación entre la ciudadanía y los profesionales sanitarios. En una entrevista en televisión, la hasta ahora responsable de la sanidad pública regional afirmó que la pandemia de covid-19 "no fue de gran gravedad", a pesar de que solo en Castilla y León murieron más de 20.000 personas por la enfermedad. Su dimisión ha sido confirmada por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, quien ha calificado sus palabras como "un error grave" y ha pedido disculpas reiteradamente a la ciudadanía.
El corte de la entrevista a Sonia Tamames, @Sonia_Tamames directora de Salud Pública de la Junta de Castilla y León CDP @JuntaCastilla: "La pandemia por Covid-19 no fue un pandemia de gran gravedad" pic.twitter.com/JCQcTkFeVz
— Diario16plus (@Diario_16) March 6, 2025
Las palabras de Tamames, pronunciadas en el programa Cuestión de Prioridades de Castilla y León Televisión, generaron un inmediato revuelo. "Probablemente, haya gente que se revuelva en el sofá cuando lo escuche", adelantó antes de asegurar que la covid-19 "no fue una pandemia de gran gravedad". Sus declaraciones han sido recibidas con indignación, especialmente por los familiares de las víctimas, los sanitarios y los partidos de la oposición, que han exigido su cese inmediato.
Unas declaraciones que han encendido a la opinión pública
La pandemia de covid-19 fue una de las crisis sanitarias más devastadoras en la historia reciente de España. Según los datos oficiales, hasta noviembre de 2023, 121.760 personas fallecieron en el país a causa del virus, sin contar las muertes de personas con sospecha de covid pero sin confirmación diagnóstica. En Castilla y León, una de las comunidades más golpeadas, las cifras son aterradoras: 20.825 muertes oficiales y 2.343 ancianos fallecidos en residencias en apenas mes y medio durante la primera ola, sin posibilidad de recibir atención hospitalaria por las restricciones impuestas.
Las palabras de Tamames han sido percibidas como un insulto a las víctimas y a los miles de sanitarios que trabajaron en condiciones extremas durante la pandemia. "Es una falta de respeto absoluta a los fallecidos, a sus familias y a todos los que hemos luchado en primera línea contra el virus", ha manifestado indignado un enfermero del Hospital Universitario de Salamanca. "No podemos permitir que quienes minimizan lo ocurrido sigan gestionando la sanidad pública".
Reacciones políticas y dimisión inmediata
El escándalo ha obligado al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a dar la cara públicamente. "Las declaraciones de la directora general de Salud Pública han sido un error y lo primero que debo hacer es pedir disculpas a toda la población", ha declarado el líder del ejecutivo autonómico. "Solo ya con el dolor por la pérdida de vidas humanas, el sufrimiento posterior de aquellos que padecen secuelas y el impacto en el sistema sanitario y en la economía, no hay lugar para ese tipo de afirmaciones".
El Partido Socialista de Castilla y León ha sido uno de los primeros en reaccionar, exigiendo el cese inmediato de Tamames. "Esto es un insulto a la memoria de las víctimas", ha afirmado Luis Tudanca, secretario general del PSOE en la comunidad. "El PP sigue la línea de Isabel Díaz Ayuso, que ya dijo que los ancianos 'se iban a morir igual'. Es indignante".
Por su parte, Francisco Igea, exvicepresidente de la Junta y médico de profesión, ha sido especialmente duro con Tamames. Durante la Comisión de Sanidad del Parlamento autonómico, exigió su cese inmediato y, tras ser expulsado por sus insistentes protestas, declaró ante los medios: "Es una vergüenza que esta mujer haya dirigido Salud Pública. Si alguien como ella hubiera estado al mando en aquellos días, el desastre podría haber sido aún peor".
Unidas Podemos también ha pedido el cese de Tamames, calificando sus palabras de "indecentes" y "una muestra del negacionismo que aún se filtra en la administración pública".
Impacto en la comunidad sanitaria
Desde el sector sanitario, las reacciones también han sido de absoluto rechazo. Epidemiólogos de Castilla y León han expresado su "perplejidad" y "desolación" ante lo dicho por la ya exdirectora de Salud Pública. "Todavía hay gente con secuelas del covid persistente, hay miles de familias que han perdido a sus seres queridos. Estas palabras son una burla", ha declarado un especialista en enfermedades infecciosas del Hospital de Burgos. "No puedo ni dormir después de escuchar a la que se supone que es nuestra máxima responsable de Salud Pública".
En la misma línea, la organización de sanitarios Médicos Unidos por la Verdad ha emitido un comunicado denunciando "el menosprecio a las víctimas y a los sanitarios que se jugaron la vida".
Un historial de polémicas
No es la primera vez que Sonia Tamames está en el ojo del huracán. Su gestión al frente de Salud Pública ya generó críticas cuando adecuó las condiciones de baño del río Pisuerga a su paso por Valladolid para convertirlo en un espacio de ocio, pese a las advertencias de expertos sobre riesgos sanitarios. Llegó al cargo en 2021, tras la ruptura del pacto de gobierno entre PP y Ciudadanos que llevó a la destitución de la anterior directora.