Luis Rubiales es un cadáver político, como suele decirse. Suspendido cautelarmente por la FIFA, con un carrusel de denuncias a sus espaldas y el Gobierno y todo un país en contra, su futuro es más bien oscuro y todo apunta a que será inhabilitado por el TAD. Sin embargo, no se va solo. A buen seguro todos esos palmeros, aduladores y corifeos que lo jalearon en la Asamblea de la vergüenza salen quemados también. Cuando tenían que posicionarse de lado de la víctima, Jenni Hermoso, se pusieron se perfil o guardaron silencio. Cuando tenían que romper con el dictador, ebrio de poder y de soberbia, decidieron seguir a su lado, en su delirio, hasta el final. Es el caso del seleccionador del combinado mundialista femenino, Jorge Vilda, que ayer vio cómo le dimitían once miembros de su cuerpo técnico.
Dimisiones del equipo técnico
Los once que firmaron un comunicado hecho público en X (antes Twitter) fueron: Montse Tomé (segunda de Vilda), Javier Lerga (asistente técnico), Eugenio Gonzalo (también seleccionador sub'17 y sub'16), Blanca Romero (preparadora física), Carlos Sánchez (entrenador guardametas), Rubén Jiménez (técnico analista), Sonia Bermúdez (seleccionadora sub'19 y sub'20), Javier Velázquez (preparador físico), Javier Egido (técnico analista), Ander Ruiz (entrenador guardametas) y Elena Fernández (entrenadora guardametas). Todo ellos manifestaron “su más firme y rotunda condena ante la conducta mostrada por el presidente de la Federación Española de Fútbol”, cuya versión de los hechos hacen suya en contra de la facilitada por el dirigente.
A Vilda, Rubiales le ofreció una subida de sueldo hasta el medio millón de euros por cuatro temporadas durante la Asamblea, un nuevo comportamiento poco elegante del máximo dirigente del fútbol español. Ni era el momento ni fueron las formas, y ese ofrecimiento solo puede explicarse como un intento de Rubiales por comprar la voluntad de su entrenador para que siguiera con él en la inmolación. En las últimas horas Vilda ha publicado una nota de prensa en la que trata de desmarcarse de Rubiales, un mensaje que llega tarde. Ahora que la FIFA ha suspendido al máximo dirigente del fútbol español es fácil bajarse de su barco. Tuvo que haberse posicionado a favor de Jenni Hermoso mucho antes.
Seleccionador del fútbol masculino
Otro que sale seriamente tocado es Luis de la Fuente, técnico de la Selección española absoluta masculina, a quien se le vio aplaudir a rabiar al jefe durante la asamblea federativa. Ayer, De la Fuente emitía un comunicado en el que asegura que censura “sin paliativos el comportamiento equivocado y fuera de lugar del presidente de la RFEF” por su beso robado a la jugadora Jenni Hermoso. El efusivo apoyo y cariño que demostró el entrenador con su superior se convirtió ayer en una triste espantada, dejándolo solo. “Los hechos protagonizados por Luis Rubiales no respetaron el mínimo protocolo que debe seguirse en estos actos de celebración, y no son edificantes ni apropiados para una persona que estaba representando a todo el fútbol español. Él mismo ha reconocido públicamente lo impropio de su comportamiento”, afirma De la Fuente. El técnico deja “clara” su postura sobre los hechos acaecidos y manifiesta además su “repulsa absoluta ante cualquier acto de violencia machista. No caben posturas tibias a la hora de enfrentarnos a este tipo de situaciones”. “Deseo que este desagradable episodio se cierre cuanto antes por el bien del fútbol español y que los organismos competentes resuelvan y tomen las decisiones pertinentes a la mayor celeridad posible”, añade.
De la Fuente, asimismo, lamenta “profundamente los hechos sucedidos y, muy especialmente, que los mismos hayan quitado protagonismo a lo realmente importante: la gesta sin precedentes conseguida por el fútbol femenino español, del que todos debemos sentirnos muy orgullosos”. “Como reflexión invitarnos a continuar avanzando en nuestra formación en materia de igualdad”, apunta. “Por último, manifiesto mi decepción porque los hechos que estamos viviendo enturbien la imagen del fútbol español a nivel doméstico y a nivel internacional”, finaliza el técnico de la selección absoluta masculina. Toda la concienciación feminista que demuestra hoy le faltó el día de la bochornosa Asamblea, cuando sus aplausos al jefe echaban chispas.
El futuro del "rubialismo"
Además de los entrenadores, salen seriamente tocados de este escándalo un nutrido grupo de directivos, nacionales y territoriales, así como una larga nómina de estrechos colaboradores que han estado con él hasta el final tratando de salvar su cabeza. De entrada, tras la suspensión provisional de Rubiales, se hará cargo de forma interina de la Federación Pedro Rocha. Queda en el aire el futuro de Vilda, muy cuestionado por sus jugadoras no solo en este caso sino en el turbio asunto de "las 15", no suficientemente aclarado. Por su parte, el futuro de De la Fuente también se antoja incierto, ya que su llegada a la selección masculina fue una apuesta personal de Rubiales, pese a que era un rostro poco conocido y se barajaban nombres de preparadores técnicos con mucha más experiencia y más mediáticos. A buen seguro su posición también queda muy debilitada y será cuestionado en las próximas semanas.
Lo que está claro es que el fútbol español se encamina hacia un profundo proceso de renovación no solo de caras sino de programas, de protocolos y de gestión. El beso a Jenni Hermoso marca un antes y un después en el deporte rey de nuestro país. Ya nada será lo mismo. El hashtag#SeAcabó, con el que se ha arrinconado a Rubiales en las redes sociales, se ha terminado convirtiendo en trending topic, y el anuncio de las 23 campeonas del mundo de que no volverán a la Selección mientras continúe la actual Junta Directiva ha terminado por resultar letal para el presidente caído en desgracia.
Mientras tanto, siguen arreciando las críticas contra Rubiales en la prensa internacional y hasta en Gobiernos de todo el mundo. Ayer, incluso la ONU censuraba las maneras machistas de Rubiales.