El rey emérito inaugura su propia campaña electoral en Sanxenxo

19 de Abril de 2023
Actualizado el 02 de julio de 2024
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El rey emérito pretende tomar parte en las regatas de Sanxenxo.

El rey emérito regresa a España, vuelve a Sanxenxo. El jet privado en el que ha llegado hasta Galicia ha aterrizado pasadas las 13.30 horas de la tarde de este miércoles, con el empresario Pedro Campos esperando a pie de pista a su amigo, informa La Sexta. Y todo ello en medio del malestar de Zarzuela, que no ve con buenos ojos la segunda llegada del rey emérito desde su supuesto éxodo en Abu Dabi, donde reside tras su abdicación y los recientes escándalos. El viaje de Juan Carlos I a la localidad marítima gallega incomoda a Felipe VI, que en las últimas horas ha aprovechado para darse un baño de masas en Ronda, donde presidirá la junta general de las cinco reales maestranzas de caballería de España (Ronda, Sevilla, Granada, Valencia y Zaragoza) que se celebra en la Ciudad del Tajo al cumplirse 450 años de la creación de la maestranza anfitriona.

Si nada cambia, el rey emérito se instalará durante los próximos cinco días en la casa de Pedro Campos, deportista, empresario, el presidente del Club Náutico de la localidad pontevedresa, y una de las personas más cercanas a Juan Carlos I. A las puertas de su casa se han congregado periodistas y curiosos a la espera de la llegada del exmonarca, todos testigos de cómo se preparan para su recibimiento, pues se ha visto entrar en la vivienda una furgoneta de venta de mariscos, según informa La Sexta.

Mientras tanto, la Familia Real sigue con sus eventos y protocolos, pero Felipe y Letizia miran de reojo al patriarca de la Transición. Cada movimiento del rey emérito es analizado con lupa en Zarzuela. Hay miedo en palacio a que ocurra cualquier incidente imprevisto que pueda poner en riesgo la seguridad nacional. Sin embargo, el primero de los Borbones sigue moviéndose a su aire, sin contar con su hijo. Nadie le marca la agenda y hoy está en Londres, asistiendo a un partido de fútbol, y mañana en Galicia disfrutando de las regatas. Lo que vaya a hacer mañana y qué repercursiones diplomáticas pueda tener no lo sabe nadie. De entrada, el rey de Inglaterra, Carlos III, ha tenido que desmentir que Juan Carlos se haya reunido con él (sabe que el familiar español no goza de buena prensa tras los últimos escándalos amorosos y financieros). Otro flaco favor a España.

En el Gobierno también hay evidente malestar por este viaje inoportuno. Malestar y preocupación. Pero ni siquiera Pedro Sánchez puede evitar que el exjefe de Estado vaya allá donde le venga en gana, ya que no está condenado por ninguna causa firme. Es un ciudadano más que goza de su derecho a la libertad de movimientos. A las puertas de unas elecciones, un factor sorpresa como es la llegada del rey autoexiliado a España puede influir, aunque sea ligeramente, en el resultado electoral. La derecha está aprovechando estos desplazamientos sorpresivos del emérito para cerrar filas con él y hacer campaña por la monarquía. Es un elemento más de confrontación política a las puertas de unos comicios que se prevén duros y ajustados. Desde todo punto de vista, la proximidad de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo hacen de este un momento “inoportuno” para la visita, según consideran en Zarzuela. Por eso, también el Gobierno de coalición insiste en recordar en que este es un viaje privado del exmonarca. Prueba de que cada viaje relámpago a Sanxenxo caldea un poco más el ambiente, y de que su presencia va a influir en el proceso electoral, sobre todo en declaraciones cruzadas entre republicanos y monárquicos, son las palabras del portavoz de Compromís en el Congreso de los Diputados, Joan Baldoví: “El emérito tiene más cara que espalda”.

Como ya lo hiciera en su primer viaje a España desde su marcha a Abu Dabi en agosto de 2020, el motivo principal del viaje del rey emérito es estar presente en las competiciones marítimas. Pero la visita esta vez será diferente, pues no tiene previsto, en principio, pasar por Zarzuela para visitar a su familia.

Tras esta primera visita, la Zarzuela le habría exigido más discreción en sus futuros viajes al país, pero la expectación sigue siendo máxima en este segundo viaje. Y es que la propia Zarzuela fue consciente de este desplazamiento a través de la previa, sin que hubiera comunicado sus intenciones antes a la Casa Real.

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