Cuando elegimos Canarias para hacer turismo pensamos en sus paisajes, en su gastronomía, en su cultura y tradición. En lo que le hace a Canarias ser lo que siempre ha sido: un paraíso donde sus gentes nos han recibido siempre con alegría, con una enorme amabilidad que les caracteriza. Tierra de llegada, tierra de acogida, tierra de multiculturalidad.
Por eso recibe cientos de miles de turistas cada año, y por eso, desgraciadamente también, hay quien solamente ve negocio a costa de reducir los espacios naturales, terminar con especies autóctonas, sobreexplotar lo que las islas pueden dar de sí.
¿Dónde está el límite? ¿Hay manera de establecer un sistema que permita beneficiarse de la riqueza que puede generar el turismo, manteniendo el ecosistema, cuidando del rico tesoro que tiene Canarias, y sirviendo para que sus gentes vivan bien gracias a los que vamos a visitarles? Parece ser que de momento, no, porque la avaricia rompe el saco, y a costa de permitir el expolio del terreno, acabará por no haber "Canarias" para nadie.
Suena catastrofista, sí. Pero es que está sucediendo ya: edificaciones sin licencia, explotación sin sentido, obligatoriedad para los propietarios a ceder sus viviendas a empresas privadas que se dedican, por ley, a explotarlas para el turismo. Y multa si no tragas.
La situación de Canarias es kafkiana. Cuando a una se lo cuentan no se lo cree. ¿Cómo que te puede caer una multa por no alquilar tu vivienda, esa única en la que resides, a través de un fondo de inversión? Hasta 30.000 euros pueden caerte de sanción si no cumples con la legislación canaria al respecto.
Toneladas de agua que se vierten al mar de manera diaria, sin depurar, suponiendo un colapso medioambiental que acaba destrozando la vida natural de las islas. Claro que esto, desde el resort de lujo no se ve. Porque el turista de alto nivel económico no suele salir de su burbuja, de su piscina privada con acceso a una playa de ensueño. Una playa que, aunque se suponga que siga siendo de uso público, queda de facto limitada para quien pueda acceder a ella.
De todo esto y mucho más hablamos con Daniel Duque, portavoz de la Asociación Salvar la Tejita, una organización ciudadana en pie de guerra cívica, para defender una tierra que debería ser de todos.
Esta será, seguramente, la primera de una serie de entrevistas para conocer de primera mano lo que sucede en el paraíso.
Para ver la entrevista pulsa aquí o en el enlace que encontrarás a continuación:
https://beatalegon.tv/video/canarias-no-se-vende-entrevista-a-daniel/