España no dispone de ningún protocolo de protección civil en caso de ataque nuclear

21 de Enero de 2023
Actualizado el 02 de julio de 2024
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La pista búlgara y el invierno nuclear

Putin sigue amenazando a Occidente con desencadenar la guerra nuclear en el caso de que no consiga la victoria en su descabellada invasión de Ucrania. Algunos países europeos ya se están preparando para un posible ataque, como Suecia y Finlandia, que disponen de amplias redes de búnkeres, mientras que en otros estados también hay refugios más o menos seguros. España está, una vez más, en el pelotón de cola de los que no han hecho los deberes. Y eso a pesar de que el riesgo de ataque atómico por parte de Rusia es real, no una ficción de las películas de Hollywood, tal como advierte el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, quien recientemente ha asegurado que “la paz mundial está en riesgo por el chantaje nuclear” de Rusia.

“Amenazar con el uso de armas nucleares es algo inaceptable y un verdadero peligro para todos. La comunidad internacional debe unirse para prevenir estas acciones. La paz mundial está en riesgo”, declaró Borrell. Entonces, si nos enfrentamos a una amenaza cierta y constatable por los hechos, ¿por qué España no adopta las medidas necesarias para poner en marcha un protocolo de defensa civil como ocurre en el caso de otras catástrofes como los terremotos, las inundaciones, los volcanes o incluso una emergencia por fuga radiactiva en una central nuclear? Hasta donde se sabe no existe ningún plan o programa general ni a nivel estatal ni regional. La amenaza de guerra nuclear siempre se ha visto como una especie de distopía para las novelas, pero no algo que había que tomarse en serio pese a que en otros países como Israel la población es adiestrada desde la escuela en este tipo de tareas de prevención, hasta el punto de que todo ciudadano sabe cómo ponerse una máscara antigás. Si preguntáramos cuántos españoles sabrían ajustarse esa herramienta preventiva a la cara comprobaríamos que solo un porcentaje insignificante: militares, bomberos, miembros de las fuerzas de seguridad y algún que otro sanitario. Poco más.

Adiestrar a la población civil

Es evidente que algo está fallando en nuestra seguridad nacional cuando nadie ha prestado la debida atención a una amenaza que podría materializarse en cualquier momento. Los misiles de Putin tardarían unos minutos en llegar a las bases militares norteamericanas de Rota y Morón de la Frontera y en ese momento la organización, la protección civil, se antoja crucial para poner a refugio a la mayor cantidad posible de personas y para salvar el mayor número de vidas. “Todos los países tienen planes de preparación para un accidente o evento radionuclear y se han puesto en marcha, especialmente desde el incidente de Chernóbil”, asegura Mike Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Estoy seguro de que los países están revisando esos planes de nuevo”, añadió.

Si somos sinceros, debemos concluir que España todavía no se ha planteado ni la posibilidad de sufrir un ataque atómico ni planes concretos de protección civil. Ni siquiera sabemos qué departamento se encargará de esa cuestión. Según la ley en vigor, “la política de Seguridad Nacional es una política pública en la que, bajo la dirección del presidente y la responsabilidad del Gobierno, participan todas las Administraciones Públicas y la sociedad en general”. Nada se ha hecho al respecto.

El tiempo pasa y mientras aquí miramos para otro lado sin querer ver que vivimos en la era atómica, otros países ya se han puesto manos a la obra. Es el caso de Estados Unidos, potencia nuclear. Así, el departamento de emergencias de la ciudad de Nueva York ha publicado recientemente un vídeo en el que se informa sobre los tres pasos que cada ciudadano debe dar en caso de que las ojivas aparezcan súbitamente sobre el cielo de Manhattan. Aunque las autoridades consideran que el riesgo es “bajo”, esta cuestión ya forma parte de los manuales de los servicios de intervención de grandes catástrofes. Ante ese evento, conocido como el Big one, lo primero que debe hacer una persona es buscar cobijo en un espacio interior y alejarse de las ventanas para evitar los cristales en caso de explosión. Es importante saber que el coche no es una opción segura, por lo que es mejor descartarlo.

El general retirado Rafael Dávila explica cuáles son los posibles ataques nucleares que podría efectuar Putin: “Puede ser de cualquier tipo. Estoy convencido de que si no tuviese el arma nuclear no habría atacado Ucrania porque sabe que habría sido arrasado por la OTAN. El nivel de escalada puede ser desde que lance un proyectil dentro del territorio de Ucrania o en cualquier otro sitio”, asegura a La Sexta. En ese sentido, asegura que “todo es posible y es probable”, y reconoce que España no tiene ningún plan para hacer frente a este tipo de ataques: “España no está preparada ni está preparado nadie. Para esto solo está preparado el que más lejos está del punto de la explosión...”. Además, reconoce que “está la UME con un batallón preparado para riesgos medioambientales y energéticos y protección civil, que tiene sus planes para las centrales nucleares de las que dispone España”.

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