El final del sanchismo

El caso Koldo entra en una nueva dimensión tras la implicación de Santos Cerdán y tiembla Ferraz

12 de Junio de 2025
Actualizado a las 14:18h
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Sánchez saluda a Pablo Iglesias tras la moción de censura contra Rajoy. Fue el inicio del sanchismo
Sánchez saluda a Pablo Iglesias tras la moción de censura contra Rajoy. Fue el inicio del sanchismo

El audio de la UCO con las supuestas conversaciones entre los componentes del “trío maldito” –Santos Cerdán, Ábalos y Koldo García– ha provocado un terremoto político en España. Un diálogo a tres bandas entre altos cargos socialistas donde se habla de dinero, de comisiones, de mordidas a cambio de adjudicaciones de obra pública no es ninguna broma. Y en el PSOE están noqueados, paralizados, en shock. “No puede ser, Santos Cerdán no es Koldo”, se lamenta un militante al borde de la lágrima. En Ferraz todos saben que puede ser el principio del fin.

Ya lo advertimos aquí en Diario16+. El caso Koldo podía estallarle a Pedro Sánchez en cualquier momento. Esto no era un simple cotilleo sobre la mujer del presidente o sobre el hermanísimo. Desde el principio el asunto apestaba a crimen organizado. A esta hora, cuando el magistrado instructor del Supremo Leopoldo Puente ultima su demoledor informe de 490 páginas donde se relatan delitos de pertenencia a organización criminal, cohecho y soborno, cabe hacer algunas valoraciones urgentes, la primera de ellas que nos encontramos ante un documento judicial de la Guardia Civil que nadie ha visto de momento. Por tanto, máxima cautela, ya que no sería la primera vez que la caverna mediática madrileña filtra información caducada, podrida o falsa. Ayer mismo, el empresario Pérez Dolset (socio de la socialista Leire Díez en la investigación de las cloacas del Estado) tuvo que salir a desmentir que en 2018 facilitara información al PSOE sobre los audios de Villarejo, tal como había publicado The Objective, el BOE de Ayuso. “Lo llevé todo al juzgado, no a Ferraz”, dijo el industrial.

No obstante, y siempre teniendo en cuenta que nos movemos todavía en el territorio de la rumorología, cabe sospechar que el informe de la UCO podría ser letal para el PSOE. De confirmarse que el secretario de Organización del partido aparece en la fatídica página 67 haciéndose “el Dumbo” con la pasta, o sea, pasándose de listo porque no repartía los 350.000 euros de una mordida (tal como informa La Sexta), Pedro Sánchez estaría obligado a tomar medidas de forma inminente. No puede pasar ni un solo minuto sin que Santos Cerdán sea apartado de forma cautelar (sería el segundo hombre fuerte en caer después de Ábalos) y no solo eso, el inquilino de Moncloa estaría obligado a acudir al Parlamento a explicar todo este feo asunto. Una trama criminal de ese calado en el seno del Gobierno no sería sostenible, como no lo fue en su día la Gürtel en el corazón del Partido Popular, el sumario letal que le costó la histórica moción de censura a Mariano Rajoy en 2018.

La regeneración democrática exige que el partido gubernamental asuma responsabilidades ante la ciudadanía. Al presidente del Gobierno ya no le quedan más cortafuegos. El círculo se ha estrechado tanto, le ha salpicado tanto el escándalo, que se ha quedado solo ante el Supremo. Los socios del Ejecutivo de coalición están hartos del goteo de chapapote (las piruetas retóricas de los últimos días de Yolanda Díaz lo dicen todo) y pueden abandonar el barco en cualquier momento. A su vez, los primeros espadas del Consejo de Ministros que como María Jesús Montero y Félix Bolaños han puesto la mano en el fuego por Santos Cerdán, además de achicharrados han quedado en evidencia, invalidados, seriamente tocados. ¿Qué más puede pasarle al presidente del Gobierno, que aparezca un audio en el que los implicados en la trama saquen a relucir el nombre del Número 1, reedición de aquel Señor X del felipismo? El sanchismo puede estar viviendo sus últimas horas, siempre sin perder de vista que toda la información que está saliendo del Tribunal Supremo debe cogerse con pinzas y con todas las reservas mientras no sea confirmada.

El informe de la UCO parece apuntar a una trama vasca con constructores donde Santos Cerdán era el gran tutor o valedor de Koldo García, un tipo de dudosa procedencia salido del gremio de porteros de clubes de alterne (con antecedentes policiales e indultado por Aznar) que jamás debió hacer entrado en el Gobierno. Lo que podría estar desvelando el informe es que no era Ábalos, como se pensaba hasta hoy, el cerebro pensante, el “superjefe”, la mano que mecía la cuna y que puso en marcha todo este desastre para el PSOE, sino una sombra superior. Alguien que estaba muy cerca de Sánchez. Como también preocupa en Ferraz, y mucho, que el documento policial tire de la manta de más mugre para los socialistas hasta hoy escondida bajo las alfombras, como la presunta financiación del partido y la supuesta manipulación o amaño de las elecciones primarias que alzaron al poder al propio Pedro Sánchez, un pucherazo que según algunos medios de comunicación también se recoge en el informe de la UCO. De confirmarse esa vergüenza, estaríamos hablando, ni más ni menos, de un presidente fake, de una gigantesca mentira, de un sanchismo que en realidad ha podido ser una gran impostura. De cualquier manera, el cataclismo no ha hecho más que comenzar. La derecha gamberra patea los escaños del Congreso pidiendo dimisiones y elecciones. Se habla de golpe de mano de los barones del PSOE, de moción de censura regenerativa, de un Gobierno acabado y caído. En el programa de Ferreras se da por hecho que Cerdán no llega a esta noche. Y algo peor: que Sánchez puede que no llegue a mañana.  

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