El general jefe de la UME, Javier Marcos, ha comparecido este lunes para informar de la reunión del comité de crisis por la catástrofe de la dana. “Desde el primer momento todas las capacidades de las fuerzas armadas se pusieron al servicio de la Comunidad Valenciana”, ha dicho. El responsable de la Unidad Militar de Emergencia también ha respondido al presidente autonómico, Carlos Mazón, que este mismo lunes se ha exculpado de la menor o mayor presencia del ejército en las poblaciones afectadas, asegurando que son los mandos operativos militares los que detectan si hace falta que vengan más destacamentos. “Yo puedo tener 1.000 soldados en la puerta de la emergencia, pero no puedo entrar legalmente hasta que el director de la emergencia me autoriza”, ha replicado el responsable militar.
La explicación del general jefe deja en evidencia las coartadas del presidente de la Generalitat y de Feijóo, que tratan de atribuir los errores de la catástrofe al Gobierno central de Pedro Sánchez.
Previamente, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido la declaración de emergencia nacional: “Si se decide, tiene nuestro apoyo”. Esa declaración supondría quitar el mando a Mazón.
“El martes la UME ya estaba siguiendo la situación. Cuando vi lo que podía venir encima ordené que los 500 militares fueran a sus puestos para entrar. Mis soldados se desplazaron en condiciones difíciles. Cuando la Generalitat dio luz verde en minutos estábamos trabajando”, asegura Marcos. “El peor enemigo de una emergencia es la improvisación. No se puede sobreactuar cuando hay acumulación de servicios. Por eso nos ponemos a las órdenes del director de emergencia”, añade el teniente general.
“La situación operativa 2 implica que la que la Comunidad Autónoma dirige la emergencia. Nosotros nos anticipamos y entramos cuando nos dieron autorización”, alegó. Además, ha defendido que la actuación de las Fuerzas Armadas ha sido impecable y ha comentado que “la motivación es amplísima”. “Los soldados reciben abrazos”. En Cataluña, la dana está impactando con fuerza sobre Barcelona, donde está afectando a la circulación de los trenes y al aeropuerto de Barcelona. En la Comunidad Valenciana, donde la Aemet ha dado por finalizada la “crisis meteorológica”, todos los esfuerzos se concentran en intentar recuperar la normalidad.