El Gobierno balear ha introducido nuevas medidas legales para prohibir el consumo de alcohol en las calles en las zonas más turísticas. Lo hacen debido a los problemas a los que se enfrentan cada temporada, que rompen la convivencia y generan gastos debido a la suciedad y los altercados.
La medida anunciada, que prohibirá la venta de alcohol en tiendas desde las nueve y media de la noche hasta las ocho de la mañana, también aborda la prohibición de consumo en la calle en puntos concretos.
La venta nocturna de alcohol está prohibida en los municipios de Llucmajor y Calvià (Magaluf) en Mallorca, así como en la capital de la comunidad autónoma, Palma de Mallorca y en Sant Antoni, municipio en Ibiza. Esto sólo se aplica a las tiendas, por lo que se puede seguir vendiendo alcohol en bares, restaurantes y discotecas.
Se prohibe beber en la calle en las zonas turísticas de Ibiza y Mallorca, exceptuando las terrazas y zonas autorizadas. Las multas por las infracciones serán desde los 500 euros hasta los 3.000 en caso de comportamiento especialmente perturbador.
Se destinarán 16 millones de euros para poner en marcha medidas de seguridad, inspecciones y publicidad sobre turismo responsable.
La situación que se ha venido agravando durante los últimos años, preocupaba tanto a residentes como al sector de la hostelería, que observaban con preocupación los altercados, las lesiones, incluso casos de muerte y suciedad en las calles. El decreto de 2020 restringe actividades concretas, a las que ahora se suma la venta y el consumo de alchool.