La futbolista Jenni Hermoso tiene hoy una cita con al Justicia. La mujer que dio la estocada final al presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, tendrá que ratificar hoy si el beso que le dio el directivo fue consentido o no. Su declaración es crucial para que se pueda sentar en el banquillo de los acusados a Rubiales por acoso. Más de cuatro meses han pasado desde que España ganase por primera vez, en categoría femenina, el Mundial de fútbol. En la entrega de medallas, Luis Rubiales besó sin su consentimiento a Jennifer Hermoso, jugadora de la Selección. La declaración que hará la futbolista, a partir de las 10.00 horas de este martes, se realizará en calidad de testigo ante el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge.
Su testimonio es clave para apuntalar el posible procesamiento del expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, por agresión sexual y coacciones. El procedimiento se abrió el pasado mes de septiembre, después de que la futbolista formalizase ante la Fiscalía su denuncia por la actuación del ya expresidente de la Real Federación Española de Fútbol.
Todo comenzó en esa ceremonia, con un Rubiales que besó en la boca a Jenni Hermoso mientras la agarraba de la cabeza con las dos manos. Al grito de Se Acabó, las compañeras de Jenni Hermoso mostraron su total indignación e incluso algunas de ellas han ratificado ante el juez las presiones sufridas por la jugadora del Pachuca. Presiones dirigidas a que Jenni Hermoso dijera que el beso de Luis Rubiales fue consentido.
A pesar de que en un momento se negó a dimitir, finalmente Luis Rubiales dejó su cargo después de que incluso la FIFA le inhabilitase por todo lo que sucedió en Sidney.
El expresidente de la RFEF está investigado en la Audiencia Nacional por un delito de agresión sexual y otro de coacciones. Según la Fiscalía, este último fue por la situación de hostigamiento que vivió Hermoso para defender a un superior.