José María Ángel, excomisionado del Gobierno para la reconstrucción tras los efectos de la DANA que arrasó parte de la provincia de Valencia, se encuentra ingresado en el Hospital de Llíria (Valencia) tras un intento de suicidio registrado en la mañana de este viernes. La noticia, adelantada por el diario Las Provincias, ha sido confirmada por diversas fuentes cercanas al entorno del político socialista.
El también exalcalde de l’Eliana (Valencia) y ex secretario autonómico de Emergencias de la Generalitat Valenciana permanece en el centro hospitalario acompañado por su familia y personas de confianza, según ha informado la agencia Europa Press. Su estado ha generado preocupación tanto en el ámbito político como social, dadas las circunstancias que rodearon su reciente dimisión.
El pasado 31 de julio, José María Ángel presentó su dimisión tras la publicación de un informe de la Agencia Valenciana Antifraude que señalaba una presunta falsificación de un título universitario por parte del entonces alto cargo. La información, aún bajo investigación, provocó una fuerte controversia y presiones mediáticas que desembocaron en su salida tanto del cargo de comisionado como de la presidencia local del PSPV.
En su carta de renuncia, Ángel negó de forma tajante las acusaciones: “Jamás he falsificado ningún documento ni me he valido de ninguno para acceder a ningún puesto”. En el mismo texto, denunció haber sido objeto de un clima de hostilidad constante desde su nombramiento: “Desde que fui designado como comisionado ha habido reiteradas actitudes de inquina hacia mi persona, con el único objetivo de intentar socavar, dañar y manchar una trayectoria de servicio diligente y transparente”.
Con una extensa carrera política vinculada al PSPV-PSOE, José María Ángel fue alcalde de l’Eliana durante varias legislaturas y posteriormente ocupó cargos relevantes en el ámbito autonómico, especialmente en el área de emergencias. Su papel durante las crisis climáticas y catástrofes naturales en la Comunidad Valenciana, como la DANA de 2019, fue clave para coordinar la respuesta institucional y gestionar la reconstrucción de las zonas afectadas.
La noticia de su hospitalización ha causado impacto en círculos políticos, donde se han multiplicado las muestras de respeto hacia su figura y preocupación por su estado de salud. Desde el PSPV, distintos dirigentes han evitado declaraciones públicas inmediatas, mientras que se reclama "respeto absoluto hacia la privacidad de José María Ángel y su familia en este momento tan delicado”.
Algunas voces han comenzado a cuestionar el nivel de presión mediática y política ejercido sobre figuras públicas investigadas, y cómo esta puede derivar en consecuencias personales dramáticas. La situación también reabre el debate sobre la necesidad de establecer límites éticos y humanos en el tratamiento público de acusaciones aún no judicializadas.
Más allá del caso individual, el suceso vuelve a poner en el centro del debate la fragilidad mental de quienes ejercen responsabilidades públicas, especialmente en entornos hostiles, y la necesidad de abordar con sensibilidad estos episodios sin alimentar el morbo ni el juicio prematuro.