El juez Juan Carlos Peinado ha ordenado trasladar a las partes la grabación de la citación en Moncloa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el caso que afecta a su mujer Begoña Gómez. ¿Qué quiere decir eso? Que la prensa de la caverna va a publicar las imágenes de forma inmediata, si no hoy mismo, mañana a primera hora y sin dilación. El vídeo del presidente negándose a contestar al juez instructor tiene mucho morbo, y los periódicos extremistas ya se están frotando las manos con la exclusiva, que no es exclusiva propiamente dicho, sino la mecánica judicial habitual en estos casos. Así, el magistrado pasa el material a las partes, las partes a los partidos ultras y estos, inevitablemente, a la máquina del fango. En eso se ha convertido la Justicia de este país, en un mecanismo de relojería perfectamente sincronizado para derrocar al sanchismo.
¿Cuánto tardará el tabloide amarillo del momento en publicar el vídeo sensacional para los libros de historia? Hagan sus apuestas, señores. Manos Limpias no ha montado todo este sarao para nada. Su querella contra Begoña Gómez tenía un solo y único objetivo: esta grabación, esta imagen, este retrato inmortal del premier socialista acorralado, abatido, contra las cuerdas y negándose a contestar ante el juez, como un reo más. Ya tienen lo que querían. Ya está. Objetivo cumplido, y a partir de ahora lo que toca es hacerle un seguimiento a las encuestas para ver cómo la noticia influye en la opinión pública, en la intención de voto, es decir, ver cómo las derechas se reparten los pingües (o escasos, ya se verá) beneficios electorales.
Traslado a las partes
En una providencia, el juez expone que, aunque Sánchez se acogió a su derecho de no declarar, las partes "tienen derecho a disponer de copia de todos los documentos que se contienen" en las diligencias previas, y eso incluye el contenido de los soportes digitales, según informa La Sexta.
Así, el juez ordena que se expidan "las copias del acta, y de los soportes digitales en los que se contiene la diligencia llevada a cabo el día 30 de julio con respecto del testigo, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, previa aportación por las partes del correspondiente soporte tecnológico en el que facilitarles dichas copias".
Además, el juez Peinado ha dicho que se pueden sacar "conclusiones" del "silencio" del líder del Ejecutivo cuando se negó a declarar ante él en Moncloa como testigo.
Dice que su "silencio" es "legítimo" pero que, "como es bien sabido, permite dar lugar a la formación de inferencias, que, en su caso, en conjunto con otros elementos de carácter objetivo, puedan llevar a conclusiones de carácter objetivo, al objeto de valorar la posible concurrencia de aspectos integrantes, de posibles indicios, bien, en sentido inculpatorio hacia algún investigado, o por el contrario, en sentido excluyente de responsabilidad penal".
La comparecencia de Sánchez tuvo lugar en la Moncloa el pasado 30 de julio. Una declaración inédita, ya que era la primera vez que un presidente del Gobierno prestaba declaración ante un juez en el marco de la causa contra su mujer por presunto tráfico de influencias y prevaricación en los negocios.
El magistrado ordenó previamente que la Policía y los técnicos de los servicios informáticos de la Comunidad de Madrid se encargasen de instalar los dispositivos necesarios para la declaración de Sánchez.
Momentos después de declarar ante el juez Peinado, se conocía la querella que Sánchez había decidido presentar contra el magistrado por prevaricación judicial, un escrito en el que la Abogacía del Estado denuncia la "injusticia de las resoluciones" dictadas por Peinado.