La Policía investiga si Marruecos está detrás de la compra de votos en Melilla

21 de Mayo de 2023
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La crispación política ha llegado a las calles de Melilla después de que se haya detectado una red organizada de compra de votos de cara al 28M. En medio del escándalo por el fraude del voto por correo, un grupo de simpatizantes del Partido Popular, pancartas en mano, se enzarzó ayer con un grupo de personas, miembros del equipo de campaña de Coalición por Melilla, informa La Sexta.

Los hechos ocurrieron justo después de que el líder de la Coalición por Melilla, Mustafa Aberchán, principal sospechoso de la trama de compra de votos, acusara a seguidores populares de estar tras la compra de papeletas, añade la cadena de televisión privada. Aberchán, condenado por otro caso de compra de votos en 2008, ha acusado también a la delegada de Gobierno de Melilla, Sabrina Moh. Asegura que está utilizando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para perseguirlo políticamente.

Coalición por Melilla bajo sospecha

Mientras la investigación avanza, la Policía sigue indagando en la trama melillense de compra masiva de votos por correo. En las últimas horas se ha sabido que el votante recibía entre 50 y 200 euros por vender su voto en función de su grado de necesidad. Las sospechas se centran en dirigentes del partido Coalición por Melilla, según las informaciones que baraja La Sexta. A su vez, el periódico El Confidencial publicó ayer que “las Fuerzas de Seguridad del Estado están investigando la implicación de Marruecos en la presunta trama de compra de votos por correo de Melilla.

Según informan altos responsables de los servicios de Información de la Policía y la Guardia Civil, sus efectivos trabajan con la sospecha de que Rabat está tratando de asegurarse la presencia del partido musulmán Coalición por Melilla en el gobierno de la ciudad autónoma para incrementar su influencia en este enclave estratégico”. El plan del Reino de Marruecos tendría como finalidad desestabilizar al Estado español en la zona utilizando métodos similares a los empleados por autócratas como Putin en otros países de la Unión Europea.

Solicitudes masivas de voto por correo

Ayer domingo, desde Melilla, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, defendía la gestión de la delegada de Gobierno: “La Policía Nacional y la Guardia Civil únicamente trabajan bajo instancias de una autoridad judicial”. Y tachó de “muy graves” las afirmaciones de Aberchán.

Paralelamente, el Gobierno de coalición ha dado órdenes para que se extremen todos los mecanismos y filtros de control con el fin de garantizar un proceso electoral limpio en el voto por correo el próximo domingo, no solo en Melilla, sino en todo el país. Estamos ante el mayor fraude electoral de la democracia por la compra de 10.000 votos por correo, un auténtico escándalo que puede causar un grave daño a la imagen del sistema democrático español.

La Junta Electoral Central (JEC) ha acordado pedir la identificación de los electores que votan en Melilla en cualquiera de las oficinas de correos del país, una exigencia que hasta la fecha se ceñía a los residentes en la ciudad autónoma. El pasado miércoles, la Junta Electoral de Zona (JEZ) resolvió que los votantes por correo se identificasen a la hora de depositar su voto en la Oficina de Correos de Melilla, después de que 9.905 electores, un 17,95 % del censo en la ciudad solicitara esta modalidad de voto, siete veces más que la media nacional.

Robo de papeletas a los carteros

Al mismo tiempo, la Junta Electoral Central ha adoptado un acuerdo en el que se amplía la identificación del elector mediante DNI, pasaporte u otro documento válido al resto de las oficinas de correos cuando sea documentación electoral dirigida a algunas de las mesas electorales de Melilla. Motiva esta decisión en la gravedad que supone “la posibilidad de un uso fraudulento del voto por correo” en dicha ciudad autónoma.

Según recuerda la JEC, informaciones de Correos, del Ministerio del Interior, de la Oficina del Censo Electoral y la Delegación del Gobierno en Melilla, se sustrajeron 43 documentaciones electorales durante su traslado a los votantes por diferentes repartidores de Correos, todas ellas pertenecientes a votantes asignados a mesas de Melilla.

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