Las subidas de precios de los alimentos han empeorado la dieta de los españoles. Así, 8 de cada 10 familias están viéndose obligadas a comprar productos de menos calidad y más de la mitad han reducido el consumo de pescado. Son dos de los datos que arroja una encuesta realizada por FACUA-Consumidores en Acción a cerca de 5.000 personas entre los días 13 y 22 de diciembre.
El encarecimiento de los alimentos ha provocado que el 25,2% de las familias haya reducido la compra de verduras y hortalizas frescas, el 29,0% el de fruta fresca, el 23,3% el de lácteos. El 50,9% ha recortado en el consumo de pescado. En cuanto a las carnes, el 28,5% ha disminuido el consumo el de pollo, el 37,4% el de cerdo y el 55,5% el de ternera.
Más congelados, conservas y ultraprocesados
El 43,3% ha sustituido una parte o la totalidad del pescado fresco que consume por congelado, mientras que el 18,1% lo ha hecho con la carne. El 33,0% ha sustituido consumos de productos frescos por conservas. El 19,8% ha aumentado la compra de ultraprocesados.
En el caso de los ultraprocesados, el porcentaje de familias que los consume entre uno y tres días en semana ha pasado del 12,8 al 17,9%. Los que lo hacen de cuatro a siete días han subido del 1,5 al 4,7%.
La asociación de consumidores también ha preguntado a los encuestados si han sustituido algún alimento que compraban habitualmente por otro similar, pero de inferior calidad con el objetivo de abaratar el precio. Solo el 22,4% indica que no ha tenido que hacerlo. El mayor número de menciones afirmativas lo ha tenido el pescado, donde el 15,6% de familias reconoce que ha tenido que renunciar a los que comían habitualmente frente a otras especies más baratas. En segundo lugar, las carnes, con el 12,7%.
El 5,9% de las familias ha cambiado el aceite de oliva por girasol u otros aceites vegetales en algunas comidas y el 2,4% lo ha hecho en todas o casi todas las comidas. El 18,0% ha sustituido el aceite de oliva virgen extra por otros aceites de oliva de menor calidad.
Frecuencia en el consumo de carnes y pescados
En cuanto a la frecuencia en el consumo, el 60,5% de las familias indica que el año pasado comía pescado de uno a tres días en semana, porcentaje que este año disminuye al 41,2%. El porcentaje de los que lo comían cuatro o más días en semana baja también, del 8,6 al 3,6%. Las familias que no consumen pescado ni siquiera una vez al mes han aumentado del 4,7 al 10,1%.
También se ha producido una bajada significativa en la frecuencia del consumo de carne de ternera. Del 28,7% que la consumía de uno a tres días en semana el año pasado al 14,7% que lo hace en la actualidad.
En el caso del cerdo, el año pasado la consumían entre uno y tres días en semana el 40,8% de las familias y actualmente lo hace el 28,7%.
En lo que se refiere a la carne de pollo, la bajada también es significativa. Del 61,6% que la consumían entre uno y tres días en semana en 2021 al 51,3% que lo hace en la actualidad.
Frutas, verduras y hortalizas
En el caso del consumo de verduras y hortalizas frescas, las familias que lo hacen de cuatro a siete días en semana han pasado del 58,3% el año pasado al 42,9% en la actualidad.
En cuanto a la fruta fresca, el año pasado se consumía de cuatro a siete días en semana en el 78,0% de familias y actualmente ha bajado al 59,2%.
Lácteos, legumbres y cereales
De acuerdo a la información facilitada por FACUA, se desprende que también ha habido una disminución en el número de días que se consumen lácteos (leche, yogures, quesos...). Así, el año pasado lo hacía entre cuatro y siete días en semana el 75,6% de familias y este lo hace el 62,1%.
Por contra, la frecuencia en el consumo de legumbres es muy similar. El 65,2% lo hace de uno a tres días en semana, frente al 67,5% del año pasado. El 10,6% las consumen cuatro o más días, mientras que en 2021 el porcentaje era del 8,8%.
También se mantienen similares niveles en la frecuencia de ingesta de arroz y otros cereales. El 60,2% los consume de uno a tres días en semana, frente al 62,7% del año pasado. Y el 13,0% lo hace de cuatro a siete días, frente al 12,5% de hace un año.
Recorte del gasto en otros productos y servicios
Como consecuencia de las subidas de los alimentos, un 92,1% de las familias se han visto obligadas a recortar el gasto en otros productos y servicios. El 22,4% señala que ha reducido el gasto en bares y restaurantes, el 20,1% en viajes, el 16,4% en ropa y calzado, el 14,0 en productos culturales, el 9,7% en suministros de luz, gas y agua, el 5,2% en transportes y el 4,3% en servicios de telecomunicaciones.
El 49,2% de los consumidores indica que ha cambiado de establecimiento habitual buscando precios más económicos. En cuanto a la percepción sobre qué tipos de establecimientos han subido más los precios, los más mencionado son los supermercados, por el 35,7%, seguidos de las grandes superficies, por el 29,3%. Por detrás quedan el pequeño comercio, que menciona el 20,7%, y los mercados de abastos, el 14,4%.
Críticas al Gobierno
Frente a este panorama que afecta notablemente a las familias de clases medias y trabajadoras, el portavoz deFACUA, Rubén Sanchez señala que “El Gobierno debería contestar de forma contundente frene a los que se están forrando, inflando precios, inflando márgenes de beneficios, habría que intervenir esos precios que lo permite la ley de comercio del año 1996”.
Sin embargo, Sánchez cuestiona que “Lamentablemente el Gobierno se limita a una bajada el IVA de ciertos alimentos y a un cheque de 200 euros a un porcentaje reducido de familias”
Desde FACUA, su portavoz insiste en que las medidas adoptadas en el último Consejo de Ministros del pasado martes “No se soluciona el problema, no se interviene contundentemente en el mercado. Son medidas extremadamente suaves ante las que las empresas se frotan las manos: no va a afectar en negativo a sus cuentas de resultados que es lo que habría que hacer”, sentencia.