La asociación ecologista Arco Iris ha pedido la movilización de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para la retirada de los plásticos de pellets llegadas a las costas gallegas. En un comunicado, reclama esta movilización ante “el desastre ambiental sin precedentes” que sufre la costa y “podría ya ser conocida como la marea blanca”. Fuentes militares aseguran que esta unidad está dispuesta para desplazarse a la zona y tomar parte en la limpieza del litoral, donde ya trabajan decenas de voluntarios de los municipios afectados. De momento hay 30 playas afectadas y decenas de municipios. Un barco succionador de material contaminante ha sido destinado a la zona.
Para que pueda actuar la UME es necesario que la Xunta lo solicite al Gobierno central, algo que todavía no ha ocurrido. No es el Gobierno de España quien decide desplegar la UME como considera, sino cada comunidad autónoma cuando entiende que tiene una necesidad de auxilio en caso de catástrofe. Desde el Consejo de Ministros se muestran dispuestos a estudiar la medida en el caso de que el Ejecutivo de Alfonso Rueda así lo pida, aunque de momento esta petición no se ha producido. La proximidad de las elecciones regionales llevan a Rueda a tratar de restar importancia al incidente ocurrido con el vertido del buque Toconao, que a primeros del pasado mes de diciembre soltó un contenedor cargado con sacos repletos con 26 toneladas de pellets, un material plástico altamente peligroso si es comido por la fauna marina y llega a la cadena trófica humana. “En su día, intervinimos en desastres similares”, recuerdan fuentes de la UME.
“La clamorosa desidia que en este grave asunto han mostrado tanto la Xunta de Galicia como el Gobierno español ha puesto en evidencia que seguimos sin tener un mecanismo eficaz para la detección temprana de estas amenazas que supone la existencia del corredor atlántico frente a Galicia”, subraya Arco Iris.
De esta manera, la organización recuerda que hace unos días el Gobierno central aprobó la orden por la que declaraba toda la costa gallega dentro de la Red Natura 2000 para la protección de las aves.
“Es de un cinismo abrumador que esta iniciativa se haya llevado a cabo cuando ya había sucedido (hace un mes) el accidente del buque Toconao y el Gobierno debería estar al corriente de lo que se nos venía encima. El silencio sepulcral de las administraciones supone un precedente histórico de absoluta deslealtad con la comunidad de Galicia y sus habitantes, que una vez más son víctimas de una estructura obsoleta ya antes del Prestige y que se cae como un castillo de naipes ante la más ligera brisa”, critica.
“La invasión de los pellets es de una gravedad tal que sus efectos pueden hacerse notar a medio y largo plazo, comprometiendo la trazabilidad de la pesca y la acuicultura por su paso a la cadena trófica. Los peores impactos pueden acumularse en los fondos marinos, ya que la deriva de este plástico será imprevisible y a buen seguro se diseminarán por toda la costa”, advierte Arco Iris.