Pedro Sánchez se ha encontrado con un gravísimo problema donde menos se esperaba: en su familia. Las actividades profesionales, en varios casos relacionadas con las amistades de su esposa, Begoña Gómez, han derivado en la aparición de una serie de documentos que generan sospechas de un presunto tráfico de influencias o de la generación de conflictos de intereses respecto a las decisiones adoptadas por el presidente del Gobierno.
El diario digital El Confidencial ha publicado hoy una nueva carta firmada por Begoña Gómez para apoyar la Unión Temporal de Empresas (UTE) de Carlos Barrabés, empresario, consultor y actual consejero de Banco Santander, que se presentaba a licitaciones públicas, concursos que, casualmente, se llevó, aunque a los mismos se presentaban grandes corporaciones con mayores recursos para llevar a efecto el servicio licitado.
En esta ocasión se trató de un concurso del Ministerio de Economía de Nadia Calviño que tenía un presupuesto base de 11 millones de euros. La UTE de Barrabés se llevó uno de los lotes por 4,4 millones de euros tras incluir en su oferta una declaración de interés firmada por Begoña Gómez, esposa del presidente.
A la oferta de Barrabés no tuvieron acceso el resto de empresas licitantes, entre las que se encontraban el gigante multinacional Everis, DXC Technologies o ManPower.
La carta de Begoña Gómez era idéntica a la que se utilizó en otros concursos que también se llevó la UTE de Barrabés. Según El Confidencial, señalando como fuente a un portavoz de Barrabés, la empresa ha reconocido que se adjuntaron esas cartas de apoyo de Begoña Gómez.
Y es que la relación de la esposa del presidente del Gobierno con Carlos Barrabés viene de muy atrás, eso sí, de una época en la que ya Pedro Sánchez era el inquilino de La Moncloa. Meses después de firmar las cartas de apoyo a la UTE para los concursos públicos, dio comienzo el Master en Transformación Social Competitiva de la Complutense que dirige Begoña Gómez. Además, Barrabés fue el responsable de diseñar el Máster, dotarlo de contenido y de buscar a los profesores. En ese cuadro de docentes se encuentra, casualmente, el propio Barrabés.
Esta situación es muy grave, sobre todo si se añade a las reuniones que Begoña Gómez mantuvo con la cúpula del Grupo Globalia pocos meses antes del Consejo de Ministros presidido por Pedro Sánchez aprobara el rescate de Air Europa y de Halcón Viajes, ambas sociedades pertenecientes a dicho grupo empresarial.
Lo mismo que el Partido Socialista está pidiendo explicaciones y reclamando la dimisión de Isabel Díaz Ayuso por la causa por fraude fiscal de su pareja, Pedro Sánchez también está obligado a practicar la transparencia que exige a sus adversarios políticos. Lo mismo que con las cuestiones relacionadas con Marruecos, todas las cuestiones, incluso las familiares.