El despido de 8.000 trabajadores sanitarios en Andalucía que han trabajado en los peores momentos de la pandemia ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del sector de la sanidad pública de la comunidad, harto de la precariedad laboral y de la deficiente situación de la atención primaria, que aún no ha recuperado la presencialidad total pese a las promesas del Gobierno bipartito de Juan Manuel Moreno Bonilla, la última de ellas incumplida apenas cinco días después de afirmar rotundamente en el Parlamento andaluz que mantendría todos los puestos de trabajo creados en la sanidad pública de la comunidad para luchar contra la pandemia.
Los principales sindicatos sanitarios han convocado un calendario de movilizaciones, que se anuncia justo en el momento en que las encuestas electorales otorgan a Moreno Bonilla un amplio y cómodo triunfo en caso de que adelante los comicios autonómicos, previstos inicialmente para el otoño de 2022. Precisamente las multitudinarias protestas de ciudadanos y sanitarios por diferentes conflictos en el sistema público de salud obligaron al anterior ejecutivo de la socialista Susana Díaz a dar marcha atrás en su proyecto de reordenación hospitalaria y supuso una decisiva piedra de toque en su gestión, que terminó con la pérdida del poder en Andalucía después de 37 años ininterrumpidos de gobiernos socialistas.
Rechazo frontal de los sanitarios a utilizar al personal de enfermería como tapón para filtrar a los médicos en la atención primaria
UGT, Comisiones Obreras y CSIF han convocado este jueves 21 de octubre una movilización contra el despido de unos trabajadores sanitarios que representan el 10% de la plantilla de atención hospitalaria en Andalucía. Los sindicatos denuncian la decisión “unilateral y sin posibilidad de negociación” de la Consejería de Salud de despedir “de un día para otro” a 8.000 trabajadores hospitalarios, precisamente los que han estado luchando en primera línea contra la pandemia de la covid-19. A esto hay que sumar la decisión de Salud de ofrecer sólo una renovación de contrato por seis meses al resto de eventuales contratados en estos momentos, 12.000 en total.
El valor de las promesas de Moreno Bonilla
Estos tres sindicatos han rechazado estos despidos anunciados por el consejero de Salud, Jesús Aguirre, el pasado martes. “Para nada tiene que ver con la afirmación del presidente de la Junta de Andalucía en el Parlamento donde dijo que ‘no irían a la calle’. El tiempo ha tardado poco en quitarle la razón y dar un duro golpe a la ya mermada plantilla del Servicio Andaluz de Salud”.
Las concentraciones se llevarán a cabo en todas las provincias andaluzas y los convocantes reivindicarán también la actualización de los listados de bolsa que, según UGT, CCOO y CSIF, impiden una correcta aplicación de los baremos de contratación, ya que más de 70 no se actualizan desde 2019. “Luego escucharemos las declaraciones/lamentaciones de nuestro consejero de Salud sobre la falta de profesionales”, apuntan en una nota de prensa.
Enfermeros para filtrar pacientes
Por otro lado, también el Sindicato Médico Andaluz (SMA), mayoritario entre los facultativos, ha anunciado el próximo 28 de octubre una concentración ante las puertas del SAS en Sevilla para frenar el desmantelamiento de la atención primaria. La convocatoria tiene carácter autonómico y será secundada en todas las provincias andaluzas. También anuncian un calendario de protestas que se prolongarán durante los próximos meses. El SMA ha asegurado que “la ya maltrecha Atención Primaria andaluza se encuentra desbordada después de estos meses de pandemia, los médicos de familia y pediatras tienen las agendas cada vez más sobrecargadas y la población debe esperar semanas para conseguir una cita”.
Los médicos de atención primaria protestan por el nuevo sistema implantado por el ejecutivo andaluz en la atención primaria, donde será el personal de enfermería el encargado de cribar la atención de los pacientes por parte de los facultativos de los centros de salud. Esta medida ha tenido un rechazo frontal del sector, tanto de los enfermeros como de los médicos. La nueva estrategia en Atención Primaria de la Junta se basa ahora en la aplicación de la denominada “consulta de acogida y los protocolos de reorientación de la demanda”. Según los facultativos, estas medidas no han sido consensuadas con los representantes de los facultativos en la mesa sectorial y además, lejos de facilitar la accesibilidad del ciudadano a su médico de familia, suponen un paso más con tiempos de espera añadidos, recalcan los médicos.