Las monarquías árabes del Golfo preparan una "gran colonización" de las empresas del Íbex 35

08 de Septiembre de 2023
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infantino al thani

La operación de compra de acciones de la empresa Telefónica por parte de Arabia Saudí es solo el comienzo de un plan más ambicioso de las monarquías de los petrodólares para controlar las grandes compañías españolas del Íbex 35. El plan comenzó a finales de los años ochenta, cuando Cepsa y Mubadala, el fondo soberano de Emiratos Árabes, se convirtió en accionista minoritario. Corrían los años del felipismo y el pelotazo, España trataba de abrir su economía al exterior y las fiestas en Marbella se convertían en el polo de atracción de las macroinversiones globalizadas. A finales de los noventa el conglomerado Grupo KIO se convirtió en el gran señor y dominador del capital extranjero en suelo español y desde entonces los jeques han visto en nuestro país un terreno abonado para el negocio.

El fenómeno de la saudización no es exclusivo de España. Europa también está siendo colonizada por los petrodólares, no hay más que ver quiénes son los propietarios y accionistas de los grandes clubes de fútbol. Todos son grandes clanes familiares y poderosos magnates árabes.

Hoy son numerosas las multinacionales españolas en las que los fondos de inversión del Golfo Pérsico han entrado “a saco”, hasta controlar el poder accionarial. En total, inversiones por valor de 16.577 millones de euros. Tal es la influencia del mundo árabe en nuestra economía que amenaza con desplazar a los grandes fondos occidentales de inversión como BlackRock, uno de los grandes accionistas del Íbex que ya mueve la friolera de 20.000 millones de euros. Ambos monstruos de la globalización salvaje pugnan por controlar nuestras multinacionales. Esa es la auténtica batalla que se está librando soterradamente en los despachos mientras los españoles siguen entretenidos en si Feijóo logra los cuatro escaños que le faltan para formar Gobierno.

Qatar Invesment Authority, sin ir más lejos, acumula hasta 9.000 millones de inversión en el Ibex 35. Pero el proyecto de colonización económica o fagocitación no va a quedar ahí. Los jeques tienen muy adelantados importantes proyectos para hacerse con el control accionarial de otras multinacionales que forman la flotilla de eso que se ha dado en llamar Marca España. “El dinero qatarí también está presente en el accionariado de otros grandes del Íbex como la inmobiliaria Colonial (19%), que equivale a un valor de 570 millones, y el grupo hispanobritánico IAG (25%), valorada en unos 2.359 millones”, informa El Periódico de Cataluña.

Arabia Saudí y Catar son los estados mejor posicionados para dar el gran asalto al Íbex 35. En 2022, el emir de Catar visitó España y anunció junto al gobierno de Pedro Sánchez una inversión de unos 5.000 millones de euros durante los siguientes años. “QIA [Qatar Investment Authority, fondo inversor que controla IAG, el holding formado por Iberia, British Airways y otras aerolíneas], mantiene una relación profunda e histórica con España”, aseguró Mansoor Al-Mahmoud, director general del fondo soberano de inversión de Catar. Al mismo tiempo, las relaciones políticas y diplomáticas entre España y Arabia se han intensificado en los últimos años, una operación en la que no ha faltado el apoyo de la Casa Real española, aunque ayer Zarzuela tuvo que salir al paso para asegurar que Felipe VI desconocía la compra de casi el diez por ciento de acciones de Telefónica por un fondo inversor saudí.

¿Pero por qué es tan apetitosa España para las monarquías teocráticas fundamentalistas del Golfo Pérsico? En primer lugar, porque comprar acciones de multinacionales españolas es rentable. Rubén Juste, sociólogo y autor del libro Íbex 35.Una historia herética del poder en España, asegura a Diario Público que “Telefónica y la mayoría de las empresas españolas que cotizan en el Íbex 35 están altamente endeudadas, lo que las hace muy dependientes de la inversión extranjera porque necesitan capital e inversión para seguir funcionando con esa deuda. Por otro lado, el Íbex 35 es un mercado altamente rentable. A pesar de la deuda que arrastran las grandes españolas, el dividendo que pagan a sus accionistas no lo pagan otras. Si los inversores vienen aquí es porque el español es un mercado altamente rentable”.

Esa sería una de las explicaciones de por qué los países del Golfo tratan de desembarcar a lo grande en nuestro país. Algunos expertos creen que nos colonizan porque somos débiles, es decir, porque nuestra economía presenta serias deficiencias y nuestras corporaciones son gigantes con pies de barro. Pero hay más razones.

Los fondos soberanos árabes no buscan una rentabilidad inmediata sino posicionarse para llenar la caja con grandes beneficios en el futuro. Sus planes siempre son a medio plazo siempre con la intención de instalarse en el país a colonizar. Es como una especie de misión no solo económica, sino también política y religiosa para extender un poderío cultural por todo el mundo. No extrañaría por tanto que en pocos años terminen haciéndose con el cincuenta por ciento o más de las acciones de Telefónica. Estamos pues ante un problema de enormes proporciones. Entregar nuestras grandes empresas a países que no respetan los derechos humanos es tanto como ponerse en mano de dictaduras fascistas religiosas. O sea, darle el poder a los jeques que envuelven a sus mujeres en el burka, hipotecar la democracia y el Estado de derecho, claudicar ante un mundo rebosante de petrodólares pero carcomido de inmoralidad, injusticia y corrupción.

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