El PP está empeñado en demostrar que el exministro José Luis Ábalos participó en orgías con prostitutas en paradores nacionales de todo el país. Teruel, Granada, Sigüenza... Por lo visto, según los populares, el titular de Transportes no dejó un solo hotel sin fiesta. Ahora bien, no aportan ni una sola prueba de esas juergas salvajes y ni siquiera periódicos de la caverna han podido reunir evidencias.
Si Ábalos participó en orgías en establecimientos de la red hostelera del Estado tendrá que ser investigado y castigado, en su caso, en los tribunales. Pero hasta donde se sabe, nadie ha conseguido pasar del rumor. El viernes, el asunto llegó a la comisión de investigación del Senado, donde el ministro para la Transformación Digital, Óscar López, mantuvo un cara a cara con el portavoz del PP Alfonso Carlos Serrano Sánchez-Capuchino, a quien le dijo que “jamás” tuvo conocimiento de una supuesta fiesta en pandemia del entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, en el Parador de Teruel. “Ni un cotilleo ni un rumor”, zanjó el también líder del PSOE madrileño, que por aquellas fechas presidía Paradores Nacionales.
“Como presidente de Paradores jamás tuve conocimiento de ningún acontecimiento de ese tipo, ni en ese parador ni en otros que se han mencionado. Esa es la verdad”, afirmó López durante su comparecencia, en la que criticó que la oposición haga “quinielas” con diferentes establecimientos para atacar al Gobierno, informa Europa Press.
López respondió con un tajante “no” al ser preguntado si sabe algo sobre la noche del 15 de septiembre de 2020 y reiteró en varias ocasiones que no sabía nada respecto a si ocurrió algo en el Parador de Teruel. “Ni en ningún otro”, añadió. Por ello, criticó que la comparecencia en el Senado “no tiene ningún sentido” e indicó que “si alguien tiene alguna prueba de que él lo sabía, que la lleve a los tribunales”. “Porque es que no conozco ningún asunto de ese tipo”, insistió.
El ministro relató que un año después de abandonar el cargo de Paradores, que presidió entre 2018 y 2021, una periodista le preguntó sobre la supuesta fiesta y entonces él hizo una consulta al que había sido su equipo, que le dijo que tampoco sabía nada. “Ni un cotilleo ni un rumor. Pregunté y, con toda naturalidad, se me dijo que no había constancia de ningún hecho como ese, se me dijo que no había ocurrido nada”, alegó López.
El único dato que se dispone hasta el momento es una información del diario The Objective, próximo a la derecha madrileña, donde se habla de los supuestos gastos a los que el Ministerio de Transportes tuvo que hacer frente aquel día. Según el documento aportado por el digital, la factura revela que se pagaron 1.150,87 euros por la estancia de una delegación del Gobierno en el parador: 987,52 euros en alojamiento y manutención y otros 163,35 euros en locomoción. En ningún momento aparecen el alcohol y las mujeres a los que se refiere el PP.
Pese a que, de momento, nada hay contrastado y probado sobre este supuesto affaire, el PP está haciendo sangre con el suceso. El diputado popular en la Asamblea de Madrid Pedro Corral ha acusado a Óscar López de permitir, cuando presidía Paradores, las “orgías” de Ábalos, que en aquella época era secretario de Organización del PSOE. Incluso ha acusado a ambos de permitir la llegada al parador de “una furgoneta de mujeres explotadas”.
Fue en la Comisión de Radiotelevisión Madrid, en la que comparecía el director general del ente, José Antonio Sánchez, y en la que el popular iba a preguntarle por los proyectos tecnológicos que desarrolla la cadena. “Servicio público es también paradores cuando lo presidía Óscar López, cuando permitía las orgías del ministro Ábalos en el de Teruel con una furgoneta de mujeres explotadas sexualmente. También se ajusta muy bien al Gobierno de Sánchez el término empresas públicas, que era donde la trama colocaba a estas mujeres explotadas sexualmente en puestos de trabajo bien destacados y remunerados”, dijo sin aportar ni una sola prueba. El PP ha elevado el rumor a la categoría de noticia. Y no se está diciendo aquí que los hechos no ocurrieran, sino que deben ser probados previamente, con datos e indicios sólidos, para ser publicados en un periódico y con más razón para ser debatidos en una comisión parlamentaria. Vivimos en el Estado del bulo donde la vida y la reputación de cualquier ciudadano pueden ser hundidas a fuerza de cotilleos y rumores. Las reglas de juego han saltado por los aires, sin duda por influencia de la extrema derecha, que preetende acabar con la democracia y el Estado de derecho. No hay seguridad jurídica ni protección de ningún tipo. Ya todo vale.