Las tretas legales del Santander para cargar al Estado los costes del ERE a los trabajadores del Popular

27 de Octubre de 2017
Actualizado el 02 de julio de 2024
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foto Banco Popular
Una vez que la absorción del Banco Popular por parte del Santander tras adquirirlo por un euro, gracias a la intervención decisiva de las autoridades españolas y europeas, todo indica que la entidad cántabra aplicará un Expediente de Regulación de Empleo a los trabajadores del Popular porque, sobre todo en la red de oficinas, hay una clara duplicidad en la situación de las distintas sucursales y, ante esta situación, lo lógico es que se prescinda de los recién llegados que de los trabajadores que ya están en la plantilla del Grupo Santander.Tras la crueldad de la situación vivida por los empleados del Popular durante el tiempo en que se estaba aplicando la operación bajista que tenía como fin crear un estado de pánico que generara la descapitalización de la sexta entidad financiera del país en bolsa y la fuga de depósitos que fuera la excusa con la que la JUR interviniera al Popular y se lo entregara en una subasta «clandestina» al Santander por un euro y dejara a 300.000 familias en la ruina, ahora llega la segunda parte del ensañamiento con los empleados: la zozobra y la incertidumbre sobre su futuro.Diario16 ya informó sobre su situación en diferentes artículos, en los que expusimos cómo eran cientos los que se veían obligados a ir a su trabajo bajo los efectos de tranquilizantes y ansiolíticos porque la tensión que estaban viviendo era insoportable, algo que el tiempo no ha cambiado por mucho que hubiese medios de comunicación afines al Santander que afirmara que la tranquilidad llegaba porque la incautación del Popular eliminaba la incertidumbre en la plantilla. También les contamos cómo las presiones que estaban sufriendo a la hora de cumplir objetivos comerciales inalcanzables era insoportable. Estas presiones desmedidas venían por parte de los directores de zona o de los directores regionales que quieren hacer méritos ante el nuevo patrón para mantenerse en su puesto tras la absorción, algo que les resultará inútil porque en los planes del Santander está prescindir de toda la red de directores, tanto de zona como regionales y, como mucho, mantener a los de las oficinas más rentables.Los empleados del Popular están siendo agasajados por parte del Santander con palabras hermosas, intentando que frases grandilocuentes como la importancia de la red de oficinas, la profesionalidad indiscutible de los trabajadores, etc. Tanto cumplido lo que está provocando es la reacción contraria a la esperada por la entidad cántabra ya que lo que están logrando es que todos los empleados estén más alertas esperando la sentencia que saben que ya está redactada. Esos cumplidos son como la caricia que se da a un pollo antes de segarle el cuello. El Santander no puede permitirse tener a 10.000 trabajadores desmotivados cuando en estos meses anteriores a la absorción definitiva les necesitan para que los beneficios sigan subiendo y para que les muestren cómo se gestionan las carteras de productos que enriquecen la del Santander como, por ejemplo, la de Pymes. De ahí los agasajos.Todos los empleados ya conocen su final: el Expediente de Regulación de Empleo, una situación que ya vivieron hace poco con el aplicado durante la época de Ángel Ron y que sirvió para mostrar cómo el plan de viabilidad aprobado por el Banco de España y por el Ministerio de Economía podría servir para hacer remontar al Popular.Precisamente, este ERE le complica mucho la existencia al Santander puesto que no va a poder aplicar el suyo tirando de prejubilaciones. En el caso del Popular, van a tener que ser despidos y eso tiene un coste.El Santander es una entidad que está en beneficios, por lo que la Administración exige que es la empresa la que tiene que hacerse cargo de los importes de las prestaciones por desempleo de cada uno de los trabajadores afectados por el ERE. Sin embargo, el Santander aplicará una argucia sostenida por un vacío legal: descontará los importes correspondientes al subsidio de la liquidación por despido que se acuerde, es decir, quien realmente paga un importe, que es un derecho adquirido, es el propio trabajador. Se lo descuentan de la indemnización, pero lo abona el SEPE. Posteriormente a la hora de la redacción del acuerdo de ERE, se redacta de forma que no sea explicito para evitar su judicialización. Esto ya lo utilizó el Santander en su anterior Expediente de Regulación de Empleo y les salió bien, por lo que es el Estado quien se hará cargo del coste real del ERE.Según fuentes sindicales consultadas por Diario16, estaríamos hablando de una media de 24.000 euros por trabajador, por lo que, con la plantilla actual estaríamos hablando de más de 240 millones de euros de los que tendrá que hacerse cargo el Estado español.Esta cifra hay que unirla a los 5.000 millones que el Estado va a dejar de percibir por las devoluciones que tendrá que hacer la Agencia Tributaria al Santander por los créditos fiscales del Popular. Nuevamente nos encontramos con que el ministro de Economía Luis de Guindos ha mentido a los españoles tal y como ya hizo con el rescate bancario de 2012 en el que afirmó que no iba a costar nada a los ciudadanos y ese coste ya está por encima de los 60.000 millones de euros según datos del Tribunal de Cuentas y del propio Banco de España.La operación de rescate del Santander ya va por encima de los 5.000 millones en costes para el Estado. La trayectoria de Luis de Guindos y sus declaraciones nos predispone a los españoles que va a ser mayor, además del que ya ha supuesto con la ruina de 300.000 accionistas y con más de 10.000 trabajadores despedidos de manera inmisericorde.
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