Los disturbios por Hasél sitúan a ERC más cerca de la CUP que de los Mossos

23 de Febrero de 2021
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Después de una semana de disturbios en Cataluña por la sentencia al rapero Hasél, y en defensa de la libertad de expresión, el vicepresidente del Gobierno de la Generalitat,

Pere Aragonés, compareció en rueda de prensa para, por un lado, pedir a los manifestantes que el derecho a protesta se ejerza “con calma” y, por otro, aplazar cualquier debate que tenga que ver con la seguridad al “marco de la nueva legislatura que pronto comenzará”. Mostraba el vicepresidente, de este modo, una clara intención de no provocar tensiones con la CUP; socio imprescindible de ERC para la futura legislatura.

Comprensión con los manifestantes

Aragonés, a diferencia de otras fuerzas políticas, se ha mostrado comprensivo con el enfado de los manifestantes y ha apelado a la “responsabilidad política” y a la “serenidad” para atender correctamente“ el origen del malestar que hay en amplios sectores de la sociedad”. El vicepresidente de la Generalitat ha ido más allá del alcance de las protestas definiendo la actual situación como un momento en el que hace falta “trabajar firmemente para evitar la precariedad, revertir las desigualdades y ofrecer perspectivas de futuro e igualdad de oportunidades”. Aragonés se abstenía de criminalizar unas protestas que representan a un sector del electorado cercano, en muchos sentidos, a los anticapitalistas.

Rechazo a los enfrentamientos

El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat continuó refiriéndose a los disturbios de manera preocupada, pero comprensiva: “La pandemia ha provocado un agotamiento en una parte muy relevante de la población, pero no saldremos de esta situación con enfrentamientos contra edificios, contra trabajadores públicos o contra los establecimientos que son el lugar de trabajo de mucha gente”, aseguraba.

Investigación a los mossos

El cuerpo de los Mossos ha sido objeto de crítica en estos días, sobre todo al resultar herida una joven manifestante y perder un ojo, supuestamente, por una pelota de foam disparada por los antidisturbios. “Si han habido actuaciones que hayan podido ser incorrectas se analizarán y se actuará de acuerdo con los procedimientos establecidos para las buenas praxis”, manifestaba Aragonés. Aunque, como servidor institucional, también reconoció el papel de las fuerzas de seguridad expresando el apoyo del Gobierno catalán a “la totalidad de los servidores públicos que trabajan para garantizar la seguridad, la salud y por velar por un espacio público que es de todos”. La situación generada por los disturbios coloca a ERC en un difícil equilibrio entre la defensa institucional de la seguridad y la defensa de unas protestas que son defendidas por su futuro socio de Gobierno. Así que, las declaraciones de Aragonés fueron medidas, prudentes y no contentaron a nadie.

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