“No se cierra de la noche a la mañana”, se ha excusado la consejera de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, en una comparecencia parlamentaria donde ha situado la fecha del cierre del polémico vertedero de Nerva, en Huelva, no mucho antes de 2036, pese a que el propio presidente Juan Manuel Moreno Bonilla anunció hace unos días que la empresa que gestiona estas instalaciones ha comenzado ahora a sellar un primer vaso, colmatado ya desde 2008, según confirmaron a este diario distintas fuentes cercanas al caso. La indignación vecinal generalizada no se ha hecho esperar. Como primera reacción en contra de este anuncio, los estudiantes del Instituto de Enseñanza Secundaria Vázquez Díaz de Nerva han decidido ir a la huelga este jueves 17 y se han manifestado por las calles del pueblo hasta las inmediaciones del vertedero de residuos tóxicos y peligrosos, que sigue recibiendo un continuo ir y venir de camiones repletos de material contaminante, pese al anuncio reciente por parte del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) de la paralización de una parte de los residuos procedentes de Montenegro tras haber detectado numerosas irregularidades por parte de la empresa francesa Valgo, encargada del traslado de estas sustancias altamente peligrosas entre los 3.200 kilómetros de distancia que separan el puerto de Bijela, en el país balcánico, del municipio onubense de Nerva.
La consejera achaca la fecha de cierre de 2036 a una ampliación aprobada por el anterior gobierno socialista, pero elude concretarla
Ninguno de los más de cien estudiantes de enseñanza secundaria de Nerva que han exigido este jueves el cierre del vertedero había nacido cuando en 1998 comenzó su polémico funcionamiento a apenas 700 metros de sus casas y con incontables incidentes medioambientales registrados durante estos casi 25 años de existencia. Tras el anuncio de la consejera de Desarrollo Sostenible, que alarga la apertura de estas colmatadas instalaciones otros 15 años más, estos jóvenes son conscientes de que todos ellos tendrán más de 30 años cuando finalmente logren que la actividad del polémico vertedero de residuos peligrosos deje de funcionar y quede sellado para siempre bajo tierra al lado de sus hogares.
La consejera andaluza, que ha asegurado que no podrá adelantar mucho más el cierre del vertedero antes de 2036 porque “las cosas no se pueden hacer de la noche a la mañana”, achaca a una Autorización Ambiental Integral (AAI) de los anteriores gobiernos socialistas autonómicos el motivo principal por el que estas instalaciones seguirán en funcionamiento durante los próximos 15 años. En ningún momento ha hecho alusión al proyecto de ampliación anunciado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía en abril de 2020, una tramitación aún en marcha iniciado en pleno estado de alarma y con todo el país confinado, que ha recibido decenas de alegaciones que no han recibido aún respuesta por parte de la Administración autonómica en su gran mayoría. Pese a la insistencia de este diario, la Consejería de Desarrollo Sostenible no ha facilitado la AAI concreta a la que la consejera hizo alusión en comisión parlamentaria y que supuestamente ha permitido oficialmente que el vertedero de Nerva siga abierto hasta 2036.
La Junta puede evitar ya la entrada de residuos, pero no quiere
El diputado del Grupo Unidas Podemos, Ismael Sánchez, aseguró en la comisión parlamentaria de este miércoles 16 de febrero que la consejera, al anunciar que “ya se ha procedido al cierre del vertedero de Nerva”, tiene la capacidad de decidir con plenas competencias propias para proceder “a la interrupción de admisión de residuos peligrosos en este vertedero”, algo que a día de hoy ni siquiera se contempla por parte de la Administración autonómica. Ahí sigue como ejemplo de ello la continua entrada y salida de camiones de gran tonelaje circulando a destajo en la zona que han podido comprobar in situ los estudiantes que han exigido también el cierre inmediato de este polémico vertedero.