Madrid abandona a su suerte a los vecinos de la Cañada Real en medio de la peor ola de nieve y frío, mientras cuenta con el respaldo de una jueza queha negado que la Comunidad de Madrid deba restablecer el suministro eléctrico en la zona.
Así queda reflejado en un auto del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) del pasado 5 de enero, que ha rechazado las medidas cautelarísimas solicitadas por una familia del asentamiento ilegal que, junto a más de 4.000 vecinos de los sectores 5 y 6 de la vía pecuaria, vive sin luz ni calefacción desde hace tres meses.
Mientras, hay un clamor solidario y mucha preocupación, desde partidos políticos de la izquierda, de alcaldes cercanos a la zona y de curas comprometidos con esas zonas humildes de la ciudad, aunque no hay comunicado de la Iglesia en este sentido.
Menores, mayores y todo tipo de personal están condenados en la Cañada Real, mientras la presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, sólo interpreta a este poblado como un foco de droga, cuyos habitantes merecen pasar por esta situación de frío y abandono. El tema ya ha llegado a Europa a través de Unidas Podemos.
Naturgy ofrece pagar el combustible de los grupos electrógenos que el Ayuntamiento de Madrid despliegue en la zona. El alcalde de Rivas propone dar escolta policial a la eléctrica para que desconecte las tomas que saturan la red con lámparas para el cultivo de marihuana.