Matonismo en el Congreso de los Diputados

30 de Mayo de 2024
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Abascal

Hace tiempo que el debate político ha caído al nivel de establo, taberna o ring pugilístico en España. La extrema derecha ha acabado con el fair play, piedra angular de la democracia, y cada día se ven y se oyen cosas más denigrantes. Hoy, se debatía en el Congreso de los Diputados la ley de amnistía, que se aprueba definitivamente este jueves. Y, tal como se preveía, la sesión ha sido intensa, con insultos y gran revuelo. La trifulca la empezaron los diputados de Vox, lo que ha provocado que los parlamentarios ultraderechistas y los de Sumar hayan protagonizado una dura bronca en la que se han cruzado insultos y descalificaciones de todo tipo, según informa La Sexta. Los insultos sobre todo han sido proferidos por los de Vox, a quien les ha molestado la intervención por alusiones del diputado de Sumar, Gerardo Pisarello, y después llegaron los improperios de "traidor", "corrupto", "sudaca", "tucumano" o "tonto". O sea, puro matonismo que ha recordado, tristemente, a aquellos días de la Segunda República previos a la Guerra Civil. ¿Hemos tocado fondo? Quizá no, aún se puede caer más bajo.

Todo esto ha obligado a paralizar el debate durante minutos y la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, ha tenido que llamar al orden. La presidenta del Congreso ha reprobado "el espectáculo" y la "mala educación". Diputados socialistas y de ERC ya habían pedido que no se entrara en el juego de Vox porque creen que pretendían suspender el Pleno. Así lo ha señalado en la red social X el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, que ha asegurado que "es evidente que Vox ha venido con la consigna de reventar el Pleno, forzar alguna expulsión de sus diputados e intentar que no se vote la amnistía". "Y en campaña electoral. Esto estaba organizado", ha sostenido.

Los insultos que han podido verificar La Sexta son "traidor", "corrupto", "cobarde", "lávate la boca", "calaña", "tonto," hipócrita", "vendido", "cínicos", "chapote", "tucumano", "tonto" o "sudaca", entre muchos más. Un espectáculo infame que dice muy poco de nuestra democracia, degradada a niveles ínfimos en los últimos años.

Abascal en su salsa

La trifulca ha comenzado cuando el líder de Vox, Santiago Abascal, ha defendido el posicionamiento de Israel en la guerra de Gaza y ha criticado no solo la ley de amnistía sino también al Gobierno de coalición porque en su opinión "apoya a los terroristas de Hamás". "Pasarán a la historia por haberse aliado con lo peorcito del globo, tanto dentro como fuera", ha recalcado Abascal al Ejecutivo.

La chispa ha saltado cuando Abascal se ha referido al que "le ha precedido en la tribuna", que ha sido el diputado de Sumar Gerardo Pisarello, al acusarle de "arrancar una bandera de España de un ayuntamiento" y de "odiar profundamente a España", mientras viene al Congreso "a disimular y a intentar romper la convivencia".

Tras su intervención, el diputado de Sumar Gerardo Pisarello ha pedido la palabra para defender el Estado de Palestina, acusar a Israel de genocidio y afear a Abascal que se haya reunido con "los carniceros de Rafah". Unas palabras que han provocado el aplauso de los diputados de la izquierda y los gritos e insultos de los diputados de Vox. Su diputado José María Figaredo pidió intervenir, pero la presidenta ya no quiso prolongar más la cuestión y se lo negó.

Entre gritos de "fuera, fuera" referidos a Armengol, la presidenta del Congreso ha pedido un "basta ya" y ha respondido que "ser demócrata implica escuchar al que piensa diferente". "Es un espectáculo que la gente no se merece", ha dicho Armengol mientras llamaba al orden a dos diputados, del PP y de Vox, que se enzarzaban contra otros de la izquierda puestos en pie.

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