Andalucía se enorgullece de ser una histórica tierra de acogida porque sabe qué hay detrás de cada historia de cualquier migrante. Otra cosa bien distinta son los hechos y la supuesta solidaridad que pone en práctica el Gobierno andaluz en este sentido. El anuncio del ejecutivo de Pedro Sánchez de enviar a los Centros de Protección de Menores de Andalucía un total de 677 migrantes menores de edad procedentes de Canarias, Ceuta y Melilla ha colocado a la defensiva al ejecutivo de Juan Manuel Moreno Bonilla, que ya ha puesto a trabajar a su equipo jurídico para ver qué posibilidades hay de recurrir el Real Decreto-ley aprobado este martes por el Consejo de Ministros que recoge la capacidad ordinaria de acogida de las comunidades autónomas para el reparto de menores migrantes procedentes de Canarias, Ceuta y Melilla, un decreto que, según la consejera de Inclusión Social, Loles López, “el Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado tal y como nos tiene acostumbrados: por imposición, sin diálogo y con una absoluta falta de transparencia”.
Moreno Bonilla apela a la igualdad de trato entre comunidades y critica que se reconozca al País Vasco el “efecto frontera” ante la inmigración y no a Andalucía, que “es frontera de Europa”. Lo que no dice el presidente andaluz es que la presión migratoria que vienen recibiendo las costas andaluzas ha experimentado un notable descenso en los últimos años, precisamente desde que en 2018 se tocó techo, justo antes de la llegada al poder del líder del PP andaluz. Actualmente, la llegada irregular de inmigrantes a la costas andaluzas sólo representa ya el 5,4% del total de España, después de reducirse a la mitad, ya que la ruta del Estrecho ha caído en desuso en detrimento de la canaria, que es la que actualmente soporta con diferencia el mayor flujo migratorio irregular.
Con el reparto de los menores migrantes desde Canarias, Ceuta y Melilla a otros puntos del país, tras la aprobación del Real Decreto-Ley este martes, Andalucía, Madrid y Valencia suman casi la mitad del total de menores migrantes reubicados, mientras Cataluña anunció su intención de atender a 31 y País Vasco no recibirá a ningún menor. El decreto fija la capacidad ordinaria de acogida de cada comunidad. Así, el número de plazas que debería tener para cumplir la ratio fijada se sitúa en 32,6 menores por cada mil habitantes. El Gobierno estima que, con los datos conocidos hasta ahora, Andalucía actualmente acoge a 1.372 menores migrantes menos de los que le corresponden, Comunidad Valenciana a 1.216 menos y Galicia a 620. La consejera andaluza de Inclusión Social ya ha vaticinado que este reparto impuesto por el Gobierno de España “reventará el sistema andaluz, que ya se encuentra colapsado, poniendo en peligro a los menores, tanto a los que ya están en el sistema andaluz como aquellos a los que quieren trasladar”.
Andalucía recibirá 677 menores migrantes, pese a que actualmente acoge a 1.372 menos de los que le corresponden
Pese a que la consejera andaluza tira de victimismo y asegura “no podemos olvidar que cada semana siguen llegando a nuestras costas menores migrantes no acompañados que necesitan ser atendidos”, su departamento no facilita el número de menores migrantes que han llegado a las costas andaluzas en lo que va de año ni tampoco las cifras en este sentido de años anteriores. Actualmente, la presión migratoria irregular se ha reducido a la mitad en Andalucía y actualmente solo representa el 5,4% del total del país, según los datos oficiales del Ministerio de Interior hasta los primeros meses de este 2025. De este modo, entre enero y marzo de este año han llegado a las costas andaluza un total de 608 inmigrantes en 51 embarcaciones, la mitad que en el mismo periodo de 2024, cuando llegaron 70 embarcaciones con 1.164 personas a bordo. Con estos datos, se constata que Andalucía está actualmente muy lejos de la presión migratoria que sufrió en 2018 y la tendencia a la baja se ha consolidado plenamente en estos últimos años hasta la actualidad.
Canarias absorbe, hoy por hoy, la mayor presión migratoria irregular con amplia diferencia respecto al resto de comunidades e incluso se han incrementado las llegadas en el cómputo global de España hasta las 64.000 registradas en 2024, un fenómeno que en Andalucía experimentó el sentido contrario, ya que redujo el número de entradas por sus costas. Los 5.685 migrantes que entraron de forma irregular en 2024 en las costas andaluzas suponen un notable descenso del 41% respecto a las 9.698 que lo hicieron en 2023. Así, mientras las llegadas a las costas andaluzas representaban en 2024 un 8,9% del total nacional, este 2025 no pasan del 5,4%.