La agenda de los políticos la programa dios o el diablo según el punto de vista de quien la mire. La histórica visita del presidente de la Junta andaluza al papa Francisco en Roma este jueves 21 ha coincidido en el tiempo con la presentación del demoledor informe anual del Defensor del Pueblo Andaluz, que ha ofrecido en la Cámara autonómica un retrato inapelable y visceral de esa otra Andalucía que no sale en absoluto en la impactante y costosa campaña publicitaria de ‘Andalusian Crush’.
El ciudadano andaluz está hastiado, tremendamente enfadado y harto de la atención sanitaria que viene recibiendo en el sistema público de salud. Ya no solo están ahí las estadísticas oficiales que evidencian el colapso de las listas de espera quirúrgicas y diagnósticas, también se suma a ellas ahora el sentir del ciudadano a través del informe anual que ha presentado este miércoles en el Parlamento de Andalucía el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu. Tan grave es el descontento ciudadano recogido por el Defensor andaluz en el área de salud que las quejas a esta entidad independiente se han incrementado un 58% durante el pasado 2023 respecto al año anterior, con un total de 1.150 quejas nuevas. Los retrasos en los tiempos de respuesta asistencial en el acceso de los pacientes a la primera consulta con el especialista o para una intervención quirúrgica vuelven a copar las reclamaciones.
Mientras, el presidente de la Junta se ha postrado este jueves en Roma ante el jefe de la Iglesia católica, al que le ha ofrecido las bondades del proyecto del simpatizante ultraderechista José Manuel Soto ‘Senderos del Rocío’, sobre los caminos de la famosa romería onubense, una iniciativa que el ejecutivo andaluz ha asumido ya como propia después de haber abonado unos 275.000 euros al promotor original del proyecto, sin que hasta el momento se conozcan los avances del mismo más allá de la existencia de una página web en ciernes.
La Andalucía que Moreno Bonilla ha llevado al Papa tiene poco o nada que ver con el retrato del inapelable informe de 2023 del Defensor del Pueblo Andaluz
Moreno Bonilla también ha expuesto al papa Francisco el problema de Andalucía como tierra receptora de migrantes, así como el problema de la sequía y el cambio climático, sin que el mandatario de la Iglesia católica se haya hecho eco por parte del presidente andaluz del conflicto con los regantes ilegales en el entorno del ‘pulmón verde’ de Europa, Doñana, un proyecto que finalmente el ejecutivo andaluz guardó en un cajón tras las críticas unánimes recibidas a nivel nacional y europeo y también de la comunidad científica al completo.
La Administración andaluza, un muro infranqueable
La Andalucía que Moreno Bonilla ha llevado al Papa como máximo representante de la comunidad autónoma tiene poco o nada que ver con el retrato que se muestra en el demoledor informe de 2023 que el Defensor ha llevado a la Cámara autonómica. Un año más, el Defensor ha lamentado que son reiterativas las denuncias que reflejan desesperación e indignación entre los andaluces por la tardanza y la absoluta opacidad en el procedimiento y la resolución de estas prestaciones, ya sea de ingresos de subsistencia, ayudas a la dependencia, valoración de la discapacidad o bono de alquiler. Los andaluces también se han quejado ante el Defensor por la imposibilidad de contactar con los responsables de la tramitación de las citadas prestaciones sociales, ya sea porque no atienden las llamadas o porque no existen citas disponibles. En definitiva, los andaluces chocan contra un muro infranqueable a la hora de reclamar ayuda por parte de la Administración pública autonómica.
El pasado año, las quejas recibidas fueron más de 9.600, un 12% más que en 2022. El Defensor andaluz también ha atendido más de 15.500 consultas, cifra sólo superada el primer año de la pandemia mundial.