La gestión del Ayuntamiento de Murcia en el caso de las discotecas sin licencia está siendo esperpéntica. Después de que dos locales salieran ardiendo el pasado fin de semana, causando 13 muertos y 24 heridos, le han entrado las prisas a los dirigentes del consistorio municipal, que quieren ponerse las pilas y hacer en un día todo lo que no se hizo en años. En la Concejalía de Urbanismo quieren poner al día lo que a todas luces parece un sindiós donde muchos se saltaban la ley a la torera. Ya se sabe que en el PP, por efecto del trumpismo rampante, se han vuelto ultraliberales radicales y sienten alergia ante todo lo que sea intervencionismo estatal. "Hay que dejar que el mercado se regule por sí mismo", dicen unos."Ya saben los empresarios lo que tienen que hacer, no es preciso que el Estado se meta en la economía", dicen otros.
Durante años se ha permitido y tolerado todo. Se ha sido permisivo y laxo con el cumplimiento de las leyes de urbanismo que exigen impresos, requisitos, licencias de apertura, certificados, informes de actividad, en fin, las garantías mínimas que exige la normativa municipal para que un negocio funcione con seguridad. Con el argumento de la libertad absoluta y de que el control gubernamental no es más que comunismo encubierto, esa misma descabellada teoría que promueven líderes políticos de la derecha como Isabel Díaz Ayuso en Madrid, se ha dejado hacer con impunidad. Y esa forma de entender la función pública ha terminado costando vidas inocentes.
Ahora que las familias de las víctimas piden justicia, ahora que llega la Policía al Ayuntamiento pidiendo la documentación de las discotecas afectadas por el incendio, les entran las prisas y se aflojan las piernas. Es la forma de actuar de esta gente de la derecha española. Murcia siempre ha sido territorio demasiado tolerante con los pícaros que se saltan la ley. Allí se ha permitido de todo. Se ha permitido que el capitalismo salvaje acabe con el Mar Menor. Se ha permitido construir en La Manga sin que se tuviera en cuenta el daño que se ocasionaba al medio ambiente. Se ha permitido la sobreexplotación de acuíferos, el robo de agua, el vertido de purines, la construcción de campos de golf pese a que no cae una sola gota de lluvia en aquella tierra seca, la burbuja inmobiliaria con complejos residenciales insostenibles para el entorno, etcétera, etcétera. Y todo ello con la permisividad de las autoridades, del Gobierno popular que lleva décadas manejando las riendas del poder.
Semejante laxitud ha llevado a que se instale una especie de murciano style, una forma de ejercer la política y la gobernabilidad de una región donde todo vale y donde no se piden explicaciones por casi nada. Bajo la sacrosanta libertad mal entendida se ha caído en la desidia, en el pasotismo y en la incompetencia. La prueba la tenemos en que, ahora que la tragedia ya no tiene remedio y los técnicos municipales se han puesto a trabajar con prisa, empiezan a aflorar, como setas, locales nocturnos sin licencia. Qué casualidad. Durante años, todo parecía estar en orden, no había otra ciudad en el país más ordenada y respetuosa con la legalidad que Murcia, y ahora resulta que aparecen expedientes de sanción y cierre a mansalva. Ese es el murciano style.
En efecto, una tercera sala de fiestas afectada por el incendio del pasado domingo junto a Teatre y Fonda Milagros, también tenía orden de cese de actividad y ha sido precintada este jueves por el Ayuntamiento, según han confirmado a Efe fuentes municipales. El local ha sido uno de los sometidos a inspección este jueves, tal como anunció el Ayuntamiento que haría, para comprobar que las órdenes de cierre de locales de ocio se están ejecutando correctamente. El local, a diferencia de los otros dos destruidos, sufrió daños de menor envergadura.
La Fonda Milagros, donde fueron encontradas las 13 víctimas mortales de los incendios de la madrugada del domingo, no había llegado a contactar nunca con la administración, según explicó el pasado lunes el concejal de Urbanismo, Antonio Navarro, por lo que "no existía administrativamente". Pero hay más establecimientos nocturnos al borde del cierre tras años de impunidad, al menos 4 (dos en Atalayas, otra en Mariano Rojas y una cuarta en Gea i Trullols), según informa La Sexta. Se ha abierto la veda contra el hostelero descuidado con los papeles.
Expedientes en el cajón
En rueda de prensa posterior a la reunión semanal de la Junta de Gobierno, la vicealcaldesa, Rebeca Pérez, ha anunciado el inicio de una ronda de inspección a locales y salas de ocio nocturno que tienen órdenes de cierre, iniciada en las discotecas de mayor aforo, en Atalayas y la avenida Mariano Rojas, para proceder a su precinto en el caso de que continúen abiertos, como ocurría con las discotecas incendiadas.
Pérez, que no ha especificado cuántos locales tienen una orden municipal de cese de actividad, ha reconocido que estas afectan a todo tipo de negocios y "con una casuística diversa", no solo al ocio nocturno.
Hasta las últimas consecuencias
Desde este lunes, según ha indicado Pérez, el equipo municipal está acudiendo a todos los locales de ocio de la ciudad -comenzando en la zona de Las Atalayas- para "comprobar el cumplimiento de las licencias" y realizar así una "verificación del cumplimiento de las órdenes del cese". De esta manera han podido comprobar, como sucedió con la Teatre, que algunos tienen un expediente de cierre activado y que, sin embargo, se mantienen abiertos. Esto es, han encontrado establecimientos que están incumpliendo ese cese de la actividad.
Por ello, Pérez ha señalado que "se va a comprobar que se ha dado curso a la orden y petición del Ayuntamiento de Murcia de locales que no cumplen la normativa. Y se cerrarán en caso de no cambiar la situación". El Ayuntamiento intenta responder así a los fallos en el protocolo de actuación de la Administración que provocaron que los técnicos municipales no acataran la orden de Urbanismo para el cierre "forzoso" de este complejo de discotecas, que tenía abierto un expediente para que cesara "necesariamente" su actividad".
"Hay intención por parte del Ayuntamiento de depurar hasta las últimas consecuencias", ha destacado la vicealcaldesa, que ha ahondado en este plan de actuación: "Se ha activado una línea de investigación cuyas diligencias siguen avanzando de forma reservada pero que están dando sus frutos. Ayer ya se apartó a las personas que intervinieron en estos expedientes". No obstante, no se han dado más detalles sobre este movimiento de sanción a los técnicos que tomaron parte en las licencias. En este sentido, Pérez se ha limitado a indicar que desde la corporación se han cuestionado "por qué no continuó el avance lógico (de cierre de las discotecas)".