Los recientes descarrilamientos en trenes de Cercanías de Madrid están sirviendo para que las derechas y la caverna mediática inicien una operación de acoso y derribo contra Óscar Puente, el nuevo ministro de Transportes que pese a que lleva solo unos días en el cargo está siendo objeto de una cruenta cacería política. La persecución es tan dura que Puente se ha visto obligado a bloquear la cuenta en redes sociales del alcalde Martínez-Almeida. “No hay bloqueo en redes sociales que tape la vergüenza del caos en Cercanías del Gobierno de Sánchez”, asegura el primer edil del PP tras enterarse de la decisión del ministro de dejarlo fuera de sus redes.
Sin embargo, si echamos la vista atrás, comprobaremos que los sucesivos gobiernos del Partido Popular, partidarios de las privatizaciones, abandonaron este servicio fundamental para los madrileños. La derecha siempre apostó por el tren de alta velocidad, dejando a un lado las conexiones regionales. Es cierto que el anterior Gobierno del PP, con Mariano Rajoy al frente, comprometió una inversión de 5.089 millones de euros hasta 2025 para la red de Cercanías de la Comunidad de Madrid, pero no se llegó a ejecutar. Además, el anterior ministro de Fomento, José Luis Ábalos, tras su llegada al poder, recordó que el plan no ascendía a esos 5.000 millones cacareados por Génova 13, sino a 1.000 millones en dos años.
El ministro Félix Bolaños ha recordado que la financiación que tenía prevista el Gobierno popular antes de la moción de censura para el Cercanías de Madrid era “cero”. “Le voy a decir cuál era la financiación que tenía prevista el Gobierno del PP en Cercanías en Madrid. Voy a terminar muy rápido: cero, cero financiación, cero inversión”, afirmó el ministro en declaraciones a los medios en el acto de homenaje del 98 aniversario del fallecimiento del fundador del PSOE y de UGT, Pablo Iglesias Posee. Junto a ello, Bolaños reivindicó que el Gobierno de coalición de Sánchez tiene “un plan con miles de millones de euros”. Se refiere Bolaños a un plan de 6.000 millones anunciado ya por Moncloa y que previsiblemente tendría que empezar a ejecutarse esta misma legislatura. El PP va a hacer de los accidentes de Madrid un ariete para tratar de derribar a Puente, un hombre que difícilmente puede resolver el problema endémico de los Cercanías cuando solo lleva unas semanas al frente de su departamento.
Informe sobre los descarrilamientos
Adif ha concluido tras una serie de pruebas que los recientes descarrilamientos de trenes de cercanías entre las estaciones madrileñas de Atocha y Recoletos no se deben a “nada relevante”, aunque ha restringido de modo preventivo la circulación de los trenes de la serie 450, conocidos como buques, por la vía 5.
La operadora ha subrayado que la investigación sobre los descarrilamientos de los días 26 de noviembre, 5 de diciembre y 8 de diciembre en la entrada a la estación de Atocha desde el Túnel de Recoletos “sigue en curso”. Y aunque no se han detectado riesgos adicionales, Adif ha adelantado que incrementará las consistencias de mantenimiento y establecerá una brigada permanente de estos activos.
“Se ha revisado el diseño del trazado del recorrido y es totalmente correcto. Las revisiones realizadas en el marco del mantenimiento son también adecuadas”, sostiene el informe de Adif, que matiza que las pruebas no se han realizado con los trenes siniestrados, por lo que las condiciones del material móvil de las pruebas “no pueden reproducir exactamente lo ocurrido en los incidentes”.
Rotura de una aguja
El primero de los descarrilamientos, cuyas causas últimas siguen en investigación, se produjo por una rotura de una aguja en una de las travesías, la 10A, según se desprende del informe de la operadora compartido por el ministro de Transportes, Óscar Puente, en la red social X, antes conocida como Twitter.