Pedro Sánchez es informado de cómo trata Banco Santander a sus trabajadores

12 de Enero de 2023
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Tal y como publicamos en Diario16, el conflicto laboral ha estallado en Banco Santander. La gota que ha colmado el vaso ha sido que la entidad presidida por Ana Patricia Botín es el único banco que ha decidido aplicar íntegramente la cláusula de compensación y absorción salarial, lo que supone que el 60% de la plantilla no tendrá la subida de sueldo que sí han aplicado en BBVA, Bankinter, Banco Sabadell o Caixabank, por citar algunas.

Banco Santander es la entidad financiera española con mayores beneficios del sector. Sólo entre enero y septiembre de 2022 obtuvo 7.316 millones de ganancias atribuidas y, sin embargo, ha decidido no aplicar los acuerdos a los que los sindicatos llegaron con la Asociación Española de Banca.

Por esta razón, ayer se produjeron varias concentraciones de trabajadores en Madrid, Barcelona, Bilbao, A Coruña y Sevilla reclamando el cumplimiento de esos acuerdos.

Sin embargo, fue el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, quien decidió escalar el problema al más alto nivel, a Pedro Sánchez. Durante las Jornadas Confederales de Acción Sindical «Estudio y análisis de las masas salariales y convenios colectivos», Álvarez no se quedó en aspectos generales sino que transmitió al presidente del Gobierno la situación de los trabajadores del Santander.

«Quiero especialmente también pedir a las empresas que cumplan con los acuerdos a los que se llega. En ese sentido quiero hoy citar al Banco de Santander. Es la única entidad bancaria que no ha trasladado el acuerdo de subir los salarios firmados con las organizaciones sindicales, es decir, que ha absorbido todo, o casi todo, el aumento que estaba previsto en ese acuerdo. No tiene ni pies de cabeza. Los beneficios que tiene la banca en estos momentos, que tiene el Banco de Santander, las propias regulaciones de empleo que han hecho dentro del banco. Esta es la hora de repartir beneficios. Esta es la hora de que los beneficios también lleguen a los trabajadores», afirmó Pepe Álvarez dirigiéndose al presidente del Gobierno.

Pedro Sánchez ya conoce la situación que viven cada día los empleados de Banco Santander. Por más que la entidad presidida por Ana Patricia Botín presuma de que es una de las empresas donde mejor se trabaja, la realidad ejecuta el marketing y hace válido el adagio español de «dime de lo que presumes y te diré de lo que careces».

El gobierno de España, el supuesto gobierno más progresista de la historia, no puede quedarse de brazos cruzados y permitir que el Santander continúe con la impunidad que disfruta en España en todos los ámbitos.

El Santander, por ejemplo, no aportó ni un solo euro al Estado por los despidos de empleados mayores de 50 años ejecutados en los expedientes de regulación de empleo (ERE) de los años 2013, 2016 y 2017. Este hecho fue corroborado en el año 2019 por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) al sindicato CGT, lo que suponía que la entidad presidida por Ana Patricia Botín había incumplido la ley.

Uno de los elementos que se espera de un gobierno supuestamente progresista, de un presidente que llegó a la Moncloa en la candidatura del PSOE, es que garantice unas condiciones de trabajo dignas para las clases medias y trabajadoras.

No obstante, las condiciones laborales del Santander dan miedo. Lo que sufren los empleados del banco presidido por Ana Patricia Botín es indescriptible. Viven, desde el año 2000, un verdadero calvario. Los sanguinarios y dolorosos expedientes de regulación de empleo, las fusiones de Banesto y Banco Popular, las crisis económicas, el cierre de oficinas, la pandemia de Covid-19 y las actuales consecuencias de la guerra de Ucrania. Todo ello ha hecho que la plantilla se encuentre totalmente presionada y desmotivada.

Crisis de ansiedad, depresiones y otras consecuencias mucho más graves son las que sufren los empleados del Santander por las condiciones de trabajo denunciadas por los trabajadores y sus representantes sindicales, así como el elevado volumen de medicación que la plantilla del Santander toma contra el estrés, la ansiedad o la depresión.

Esa presión constante llevó a un incremento de las bajas laborales por de carácter psiquiátrico y psicológico, presión que se ejemplifica en el estupor con que la plantilla ve cada año cómo se está produciendo una subida drástica de los objetivos y convirtiendo las evaluaciones de desempeño, de las que dependen los bonus de los trabajadores, en armas de doble filo y llenas de trampas.

A finales de año se denunció cómo miles de empleados del Santander se ven obligados a vivir en la incertidumbre, el desasosiego y la inquietud por la decisión de la entidad presidida por Ana Patricia Botín de traspasar las cuentas de clientes a grandes Centros de Empresa.

Ahora Pedro Sánchez ya sabe una mínima parte de cómo el Santander trata a sus trabajadores. Sólo le queda ponerse manos a la obra y evitar que una empresa que es «Marca España» logre sus beneficios mil millonarios gracias a la opresión y a los abusos a sus empleados.

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