La coordinación estratégica de Génova 13, sede nacional del Partido Popular, con las diferentes autonomías gobernadas por el PP deja mucho que desear. El último ejemplo ha sido el anuncio de este lunes a bombo y platillo del presidente popular, Alberto Núñez Feijóo, sobre su plan de conciliación, cuyo eje central será el fomento de la gratuidad de las escuelas infantiles para niños de 0 a 3 años. La propuesta, que el PP llevará este mes de septiembre al Parlamento, pretende ser “el pilar esencial” de su proyecto de conciliación familiar. Este anuncio se produce apenas unos días después de que el ejecutivo andaluz de Juan Manuel Moreno Bonilla rechazara 120 millones de euros del Gobierno central destinados a la gratuidad de las escuelas infantiles. De este modo, el presidente andaluz pretende blindar la asentada red privada en un momento donde la natalidad no vive precisamente sus momentos más boyantes.
“Les aseguro que la marca del Partido Popular va a estar unida a la gratuidad de las escuelas infantiles”, ha sentenciado este lunes el líder nacional del PP, precisamente sólo unos días después de que la comunidad más poblada del país, Andalucía, rechazara más de 120 millones de euros procedentes del Gobierno central para la implantación de nuevas guarderías gratuitas. “Habrá un antes y un después de este curso escolar”, ha vaticinado Núñez Feijóo durante la presentación de su plan.
La gratuidad que venden los programas electorales del PP y PSOE para las escuelas infantiles de niños de cero a tres años es bien diferente. Mientras el PSOE impone que la totalidad de las guarderías sean de titularidad pública y estén subvencionadas el total de familias solicitantes, los populares sólo llegan a bonificar el cien por cien de cada plaza ofertada. En Andalucía, dos de cada tres plazas en guarderías son de titularidad privada que mantienen convenios con la Administración autonómica. En estos casos, la gratuidad va en función de la renta del solicitante, de ahí que su modelo choque frontalmente con el del Gobierno de Pedro Sánchez y haya rechazado más de 120 millones ofrecidos a Andalucía para extender la gratuidad de las escuelas infantiles. Este dinero lo ha reutilizado el ejecutivo central para la creación de nuevas plazas públicas en otras comunidades autónomas, cuatro de ellas del PP y otras tres gobernadas por el PSOE.
Miles de familias quedan fuera del sistema andaluz al no poder sufragar el precio de las plazas
El ejecutivo de Pedro Sánchez extendió una partida de 665 millones de euros de fondos europeos Next Generation con el objetivo de ampliar las plazas públicas de la educación infantil de cero a tres años, consciente de que una gran mayoría se encuentra en manos privadas que se gestionan a su vez de forma mayoritaria a través de conciertos con las administraciones autonómicas. El Gobierno de Moreno Bonilla frenó en seco esta oferta al tiempo que reclamaba al ejecutivo central que le permitiera ampliar las bonificaciones de las plazas concertadas con la Administración.
El modelo andaluz de gestión de escuelas infantiles es el único donde se aplica la colaboración público-privada, pero poco más de la mitad de las plazas están bonificadas al cieno por cien y el resto en función de la renta de los solicitantes, con lo que quedan fuera miles de familias para hacer efectiva una verdadera política de conciliación, ya que muchas de ellas no pueden sufragar este gasto y, por tanto, deben echar mano de la reducción laboral o directamente de renunciar al puesto de trabajo para poder cuidar a sus hijos.