¿Puede Yolanda Díaz ser presidenta del Gobierno algún día?

03 de Abril de 2023
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Yolanda Díaz Foto: Agustín MIllán

Yolanda Díaz quiere ser la primera presidenta del Gobierno de España. Así lo dijo ayer durante la presentación de Sumar, la plataforma que aunará a partidos de izquierdas más allá del espectro del PSOE. Lógicamente, estamos en campaña electoral, y la declaración algo mitinera de la ministra de Trabajo debe encuadrarse en ese contexto político. La vicepresidenta no tiene ninguna posibilidad de ser presidenta. Y no es que no esté preparada para ello, formación e inteligencia le sobran, es que Sumar llega demasiado tarde y hay dos partidos por delante de ella, PSOE y PP, que siguen apuntalando el sistema bipartidista.

El éxito de la plataforma recién constituida pasaría por conseguir un buen resultado electoral que sirva para reeditar el Gobierno de coalición con los socialistas. Y no sería poco. Si la ministra de Trabajo logra revalidar sus cargos, tanto en la vicepresidencia como en el departamento de relaciones laborales, sería todo un logro para la izquierda de este país en su intento de seguir avanzando en las reformas socioeconómicas necesarias y en la reconquista de derechos laborales perdidos durante los gobiernos conservadores del PP. Estamos por tanto, ante un programa para España a largo plazo. Más allá de eso, se antoja imposible que Sumar pueda cosechar una mayoría absoluta, el único camino que podría llevar a Díaz a la Moncloa. No estamos diciendo que dentro de cuatro años su plataforma no esté en condiciones de convertirse en la primera alternativa del votante progresista, sorpasando al PSOE y colocando a la hoy ministra como principal candidata roja al Ejecutivo central, pero hoy por hoy esa hipótesis es ciencia ficción y solo cabe como eslogan para una campaña donde lógicamente se trata de vender ilusión, fuerza y esperanza.

La estrategia de Podemos

Hasta dónde puede llegar Díaz en su nueva aventura solo el tiempo lo dirá. Hay importantes incógnitas por despejar, como lo que haga Podemos en las próximas semanas. Sin los morados, Sumar es un proyecto cojo. La división penaliza en las urnas y tres partidos de izquierdas de peso se antoja demasiado lastre para enfrentarse al bloque de las derechas. Por eso cabe suponer que Podemos entrará en razones y de aquí a las elecciones dará el paso de sumar. De lo contrario estaría restando a la causa que dice defender.

Ayer, Yolanda Díaz aseguró que estará “a la altura” del reto de responder a la “sed de cambio” con un proyecto en el que “caben todos”. Esa constante apelación a la unidad de la izquierda a la izquierda del PSOE le honra a la política gallega. Ya sabíamos que tenía paciencia con la patronal, que en los últimos tres años ha estado boicoteando cada una de las iniciativas laborales que ha emprendido para mejorar la calidad de vida de las clases trabajadoras. Ahora también sabemos que tiene paciencia inagotable para sobrellevar la actitud empecinada y algo arrogante de Podemos, que no ha entendido el momento histórico en el que nos encontramos y se resiste a entrar en Sumar.

No obstante, Díaz mandó un recado a los dirigentes morados, a los que dijo que se siente “útil” para poder “ganar y transformar” el país, dejando claro su rechazo a la política basada en el “ruido” y reivindicando que Sumar es una fuerza “feminista” que promueve igualdad, pues las mujeres “no son de nadie” y están “cansadas” de “tutelas”. Ese zasca no le ha debido gustar al dúo Belarra/Montero, partidarias de controlar el movimiento feminista, polarizándolo y emitiendo doctrina sobre lo que deben y no deben pensar las mujeres. Estamos en el siglo XXI, las grandes lideresas feministas del siglo XX como Victoria Kent, Clara Campoamor o Federica Montseny forman parte de la historia y hoy la mujer, por formación y cultura, se siente capaz de pensar por sí sola y de emitir un juicio propio al margen de referentes, faros, guías y tutoras. Por ahí fue el discurso de Yolanda Díaz.

Día histórico en Magariños

La ministra de Trabajo se presentó al acto arropada por la alcaldesa deBarcelona, Ada Colau (de los "comunes"), el coordinador de IU, Alberto Garzón, el líder de Más País, Íñigo Errejón, su compañera de Más Madrid, Mónica García, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, y con la sonora ausencia de la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, y la cúpula de su partido, que no acudieron al no ver colmada su condición de que Sumar firmara un pacto previo de confluencia, basado en primarias abiertas, informa Europa Press.

Sin embargo, y pese a las directrices de la formación morada, asistieron los líderes autonómicos de Galicia (Borja San Ramón) y Navarra (Begoña Alfaro), así como varios diputados nacionales y autonómicos como Antón Gómez-Reino, Txema Guijarro, Nacho Escartín y Daniel Ripa, entre otros. Aparte, otros cargos de Podemos no acudieron, pero dieron su apoyo a Díaz durante estos días, como el vicepresidente balear, Juan Pedro Yllanes, la diputada Gloria Elizo, y la candidata de Podemos a los comicios autonómicos en Asturias, Covadonga Tomé.

Ayer se sumó la coordinadora autonómica de la formación Irene de Miguel, quien en redes sociales aseguró que “hoy empieza todo para Sumar” y que aunque “hoy no haya podido ser”, está “segura de que habrá otras estaciones para poder encontrarse y seguir juntas transformando este país con valentía”. Una confirmación que llega en pleno clima de tensión con Podemos, que ha mantenido el pulso hasta el último momento. Pese a ello, varios cargos podemitas se han desmarcado de la posición del partido y han acudido para flanquearla.

Tras más de dos años desde que el exvicepresidente Pablo Iglesias la nominó como futura aspirante a la Presidencia del Gobierno y tras nueve meses desde que en julio del año pasado anunció el “proceso de escucha”con la sociedad civil, Díaz confirma su paso adelante para asumir el liderazgo de la izquierda tras celebrar más de 25 actos de su plataforma Sumar, visitar las 17 comunidades autónomas y congregar a cerca de 30.000 personas entre todos sus eventos, incluido el de hoy.

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