Macarena Olona sigue dando titulares fuera de la política. La nueva vida de la exmusa de Vox cosecha críticas y alabanzas, aunque su intensa vida social en Twitter le granjea insultos y odios de todo tipo. Los más ultras no le perdonan que haya moderado su discurso en asuntos como el feminismo y la inmigración, mientras que la izquierda sigue dándole estopa y la siguen calificando de facha.
Desde que rompió con Santiago Abascal y amenazó con tirar de la manta de las cuentas y la financiación del partido que la vio nacer políticamente, Olona ha dado muestras de evolución ideológica, tal como le explicó al periodista Jordi Évole en su reciente programa Salvados. La última enemiga que le ha salido en redes sociales es Isabel Peralta, la líder falangista que hace un año se hizo viral al convocar una manifestación antisemita en Madrid. La bronca que ambas han mantenido en Twitter durante días ha sido antológica.
El rifirrafe empezó el 11 de marzo con un primer enganchón. Peralta citó un tuit de Macarena Olona dando su opinión sobre si era o no una desgracia tener un hijo con síndrome de Down. Para la líder nacional-socialista, así lo era. Algo a lo que contestó la abogada del Estado con un “calla nazi”. Acto seguido, Peralta respondía con un “calla judía vendida”.
Pero la refriega no acabaría aquí, ya que al día siguiente las tensiones y los cruces de reproches continuarían en la red social del pajarito azul. “Una al menos no se esconde. El otro lloraba cuando se filtró su identidad en septiembre. Poco. Si se sintió que no le defendían entonces, conocerá la verdadera soledad en el Juzgado”, tuiteó Olona junto a unas declaraciones antisemitas de Peralta.
Lógicamente, el icono falangista contestó: “No, no me escondo. Porque ser nacionalsocialista es un gran honor. Es mantenerse en pie entre la degeneración y putrefacción moral mientras muy pocos se atreven a decirlo, yo lo digo orgullosa. Soy nacionalsocialista. Tú eres una patriotilla vendida por una dieta al poder judío”. En última instancia, esta argumentaba su postura acerca de los nacimientos de bebés con síndrome de Down: “Si unos padres son avisados antes del nacimiento de que el feto presenta una enfermedad tan grave, traerlo al mundo no es un acto de valentía sino de egoísmo, egoísmo con la vida que estará llena de sufrimiento y egoísmo con la sociedad”.
¿Olona batiéndose en duelo dialéctico con una mujer que se siente orgullosa de ser nazi? ¿La mujer que no hace tanto subía al estrado del Congreso de los Diputados para fustigar a los comunistas y enemigos de España, citando párrafos de José Antonio Primo de Rivera, defendiendo los derechos humanos? Ver para creer. ¿Qué le ha pasado a Macarena en estos meses para repudiar el falangismo y comportarse como una demócrata de pedigrí?Leyendo sus tuits y los de Peralta da la sensación de que algo se está moviendo en Vox. ¿Cuánta gente en ese partido está dispuesta a romper con el fascismo duro para dar el salto a una derecha algo más centrada y moderada? La moción de censura de Ramón Tamames ha terminado de abrir una gran brecha entre el ala blanda y el sector más cafetero. El viejo catedrático elegido por Abascal para intentar derrocar a Sánchez se ha mostrado partidario de España como una nación de naciones y aconseja a Vox que saque a pasear la bandera rojigualda solo los días de fiesta. Estas afirmaciones han terminado por enfrentar a las dos almas del partido. Olona, desde fuera de los ruedos políticos y con un discurso antinazi que agranda esa fisura, sigue haciendo mucho daño a la formación ultra.